La fundación Eragintza contribuyó en 1999 a la reinserción de 358 enfermos mentales

Un total de 358 enfermos mentales participaron el año pasado en los programas de inserción social y laboral de la fundación Eragin-tza, promovida por la Diputación de Vizcaya y la Bilbao Vizcaya Kutxa (BBK).Esta fundación fue creada en 1991 con el propósito de facilitar medios e infraestructuras para llevar a cabo cursos de formación y actividades ocupacionales que propiciasen la reinserción sociolaboral de personas afectadas por enfermedades mentales de larga duración, según explicó José Ignacio Berroeta, presidente de BBK y de la fundación, en la presentación del balance de las actividades r...

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Un total de 358 enfermos mentales participaron el año pasado en los programas de inserción social y laboral de la fundación Eragin-tza, promovida por la Diputación de Vizcaya y la Bilbao Vizcaya Kutxa (BBK).Esta fundación fue creada en 1991 con el propósito de facilitar medios e infraestructuras para llevar a cabo cursos de formación y actividades ocupacionales que propiciasen la reinserción sociolaboral de personas afectadas por enfermedades mentales de larga duración, según explicó José Ignacio Berroeta, presidente de BBK y de la fundación, en la presentación del balance de las actividades realizadas por Eragintza durante el año pasado.

Berroeta destacó que el logro más destacado de los nueve años de andadura ha sido "la puesta en actividad de Lavaindu". Esta lavandería industrial, que recientemente fue trasladada a Arrigorriaga, es el lugar de trabajo de 46 enfermos mentales "que se encuentran totalmente integrados en la vida laboral", destacó.

Tener un empleo protegido y cobrar un salario por trabajar es la segunda fase de la rehabilitación. Antes, los enfermos participan en cursos de formación básica que incluyen cursos de idiomas, informática, pintura, redacción, pintura además de talleres de jardinería, hortelería y encuadernación.

Los promotores de la fundación Erangintza insistieron en que la formación y la actividad laboral facilita "la integración social" de este tipo de enfermos y además "tienen un gran valor terapéutico, rediucen la probabilidad de recaídas y el nivel de deterioro".

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