DANIEL CEBRIÁNDIRECTOR DE CINE

"Soy deudor de Ricardo Franco, en lo profesional y en lo personal"

Daniel Cebrián (Madrid, 1967), curtido en labores detrás de la cámara desde que decidió dejar a un lado la carrera de Derecho y aplicarse en lo que le gustaba "desde los 14 años", estrena mañana su primer largometraje, que ayer presentó en Bilbao. Cascabel es la historia de dos amigas (interpretadas por Irene Visedo y Pilar Punzano) de la infancia en un pequeño pueblo de la Alcarria y sus sueños de triunfar en la música. Cascabel está basada en una idea de Ricardo Franco, con quien Cebrián trabajó en varios filmes, y del crítico Augusto Martínez Torres, que no llegó a ver la luz por el falleci...

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Daniel Cebrián (Madrid, 1967), curtido en labores detrás de la cámara desde que decidió dejar a un lado la carrera de Derecho y aplicarse en lo que le gustaba "desde los 14 años", estrena mañana su primer largometraje, que ayer presentó en Bilbao. Cascabel es la historia de dos amigas (interpretadas por Irene Visedo y Pilar Punzano) de la infancia en un pequeño pueblo de la Alcarria y sus sueños de triunfar en la música. Cascabel está basada en una idea de Ricardo Franco, con quien Cebrián trabajó en varios filmes, y del crítico Augusto Martínez Torres, que no llegó a ver la luz por el fallecimiento del director de Lágrimas negras.Pregunta. ¿Qué queda de lo que idearon Franco y Martínez Torres?

Respuesta. Poco. La trama principal de aquel guión era descubrir quién en el pueblo había degollado a unas ovejas que aparecían violadas. Lo que permanece es la relación entre Cascabel y su padre.

P. La película es un encargo.

R. Lo era en su génesis, pero creo que los encargos no existen. La única manera de realizar una película es hacerla tuya.

P. ¿A Manolo Matji le eligió usted como coguionista?

R. Yo no le conocía, pero había oído mucho a Ricardo Franco hablar de él. Y Matji le había oído hablar de mí. La primera vez que nos vimos habían pasado apenas un par de semanas de su muerte y eran momentos muy intensos.

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P. ¿Usted es un hijo cinematográfico de Ricardo Franco?

R. Sí. Y me siento deudor de él no sólo en el terreno profesional, sino en el personal. En mi relación con los amigos, con las mujeres,... Durante unos cuatro años de mi vida viví muy cerca de Ricardo.

P. ¿Qué quería usted contar con Cascabel?

R. Algo que estaba por todas partes en el guión original y de lo que Ricardo Franco y yo hablábamos muy a menudo. Hay una definición de la democracia que dice que es el peor sistema político exceptuando todos los demás. Y a mí me parece que crecer con unos padres es la peor forma de crecer excepto todas las demás. Es terrible crecer en una familia. Y trabajando en la segunda parte de la historia de los hermanos Panero, Franco y yo tuvimos la oportunidad de comentar cómo los padres nos atan desde pequeños, nos colocan cascabeles en los tobillos, como a la protagonista de esta película, que nos limitan.

P. ¿Eso corresponde a alguna reivindicación personal?

R. Algo de mí hay desde luego en la película, porque se cuela sin querer. A la hora de transmitir esa idea, tengo la suerte de que todo el mundo es hijo y la figura paterna es muy importante en la vida.

P. Dice que quiso dedicarse al cine desde adolescente. ¿Cómo lo logró?

R. No había escuela de cine cuando yo empecé y resolví que la mejor manera de estudiar cine era ir al cine y leer libros de cine, lo que opina la gente que ha hecho esto. Luego también pensé que había otra parte más de oficio y empecé a trabajar de meritorio en películas. Y fue cuando me di cuenta de que esto era lo mío, de que quizá no acabara dirigiendo, pero sí de montador, de ayudante...

P. ¿Entonces al principio no tenía grandes aspiraciones?

R. Las tenía todas. Empecé con la soberbia que sólo otorga la ignorancia.

P. Ha pasado por diversos oficios cinematográficos...

R. Hacer una película tiene muchas cosas alrededor y yo quería compaginarlas todas. Fernando Trueba dice que no se aprende a hacer cine trabajando en un rodaje. Es verdad, no se aprende a contar una historia, pero eso se logra por otro lado. Trabajar en los rodajes te da cierta soltura y aprendes a dotar tu oficio de eficacia.

P. ¿Es capaz de ser crítico con su primer largometraje?

R. Soy crítico y me doy cuenta de las cosas. Algunas están bien y otras menos bien, porque no supe o no pude hacerlo como yo quería. Pero creo, y ésta es una frase muy bonita que me dijo Manolo Iborra cuando vio Cascabel, que una película está hecha de virtudes y defectos y es esa película con todos ellos. No reniego ni siquiera de los defectos de este filme, lo quiero como a un hijo.

P. ¿Encuentra usted que en estos momentos hay más facilidades para los nuevos realizadores españoles?

R. Sí, hay ciertas ventajas, como las subvenciones anticipadas sólo para nuevos realizadores. Y además, estamos de moda.

P. ¿Qué proyectos baraja?

R. Tengo algo entre manos con Manolo Matji.

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