TIERRA GRATIS PARA TODOS
Los alcaldes de los pequeños pueblos de las zonas rurales deprimidas no paran de echar imaginación para evitar la cruenta sangría migratoria que sufren sus poblaciones. Guijo de Coria, por ejemplo, es un pequeña localidad cacereña que en los años cincuenta llegó a tener 1.200 habitantes y que ahora apenas pasa de 300. Su Ayuntamiento trata de corregir esta situación y aboga por una oferta generosa: tierra gratis para quien se instale en el pueblo. El alcalde, Marcelino Lorenzo Felipe, ha dado el paso adelante y la corporación municipal pone a disposición de todas aquellas familias que deseen a...
Los alcaldes de los pequeños pueblos de las zonas rurales deprimidas no paran de echar imaginación para evitar la cruenta sangría migratoria que sufren sus poblaciones. Guijo de Coria, por ejemplo, es un pequeña localidad cacereña que en los años cincuenta llegó a tener 1.200 habitantes y que ahora apenas pasa de 300. Su Ayuntamiento trata de corregir esta situación y aboga por una oferta generosa: tierra gratis para quien se instale en el pueblo. El alcalde, Marcelino Lorenzo Felipe, ha dado el paso adelante y la corporación municipal pone a disposición de todas aquellas familias que deseen asentarse en esta localidad del valle del Alagón un huerto familiar de un cuarto de hectárea con agua de riego, incluso, en el antiguo ejido. En el lote entra además la posibilidad de que hasta una docena de vacas pasten en tierras comunales. Recuerda el regidor que Guijo de Coria es un pueblo tranquilo, apenas a cuatro kilómetros del embalse de Borbollón, donde se practica vela, que tiene escuela, piscina y buenas carreteras. A esperar que este anuncio tenga más eco que el lanzado hace pocos años por Calzadilla, un pueblo muy próximo, donde ofertaron un ejemplar de cerdo ibérico para las parejas que decidieran casarse en el pueblo. La cosa quedó en fuegos de artificios. "No es por afear a los vecinos, pero no va a comparar usted el regalar un cerdo que poder disponer de un huerto familiar para toda la vida", enfatiza Marcelino.-