Aislar a ETA

ETA ha vuelto a matar. Este hecho demuestra que no se ha avanzado. ¿Qué remedio hay? A mi entender, la única solución es el aislamiento de todos los partidos democráticos al mundo de ETA. Esto no es ni más ni menos que lo mismo que todos se comprometieron a hacer tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Mientras se hicieron las cosas así, ETA lo pasó mal; cuando algunos decidieron subir al monte a por ellos, sin querer (no lo dudo), les reforzaron.- Valencia.La vida de un ser humano es única e irrepetible, fraguada, día a día, a base de los sacrificios e ilusiones de la propia per...

ETA ha vuelto a matar. Este hecho demuestra que no se ha avanzado. ¿Qué remedio hay? A mi entender, la única solución es el aislamiento de todos los partidos democráticos al mundo de ETA. Esto no es ni más ni menos que lo mismo que todos se comprometieron a hacer tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Mientras se hicieron las cosas así, ETA lo pasó mal; cuando algunos decidieron subir al monte a por ellos, sin querer (no lo dudo), les reforzaron.- Valencia.La vida de un ser humano es única e irrepetible, fraguada, día a día, a base de los sacrificios e ilusiones de la propia persona y de todos aquellos que constituyen su entorno vital: familiares y amigos.

No hay nada, absolutamente nada, en el mundo que pueda justificar la destrucción de un ser humano, y por eso, ante sucesos tan terribles como el acaecido el viernes en Madrid, siento una enorme vergüenza ajena, frustración y angustia al comprobar que tantos y tantos siglos de evolución -y no sólo los veinte de civilización cristiana- no nos han servido ni tan siquiera para aprender a convivir con nuestros semejantes.

Estoy seguro de que si cualquier asesino tuviera la más mínima capacidad de sentir en sí mismo, aunque sólo fuera por unos momentos, la inmensa angustia de la pérdida del ser querido con la que han de convivir, ya por siempre, los familiares de cualquier ser humano al que le es arrebatada la vida por medios truculentos, desaparecería definitivamente el crimen de la faz de la Tierra, y ojalá llegue pronto ese día, pues si no: ¿qué futuro le cabe a nuestra humanidad cuando ni tan siquiera somos capaces de preservar su más supremo valor: la vida humana?- Emilio Sancho Lozano. Madrid.