TV-3 aborda el papel de los animales en la sociedad actual en la serie "Veterinaris"

Carlitus no es un conejo cualquiera. Vive en un piso con la señora Elena y su familia, que lo adoran. A veces, demasiado. Lo alimentan tanto que se ha convertido en un obeso. Es normal: come bien -hasta un barquillo le dan de postre los domingos-, duerme y no hace ejercicio. El exceso de peso (¡ocho kilos!) le causa molestias físicas que requieren atenciones veterinarias. Las cámaras de TV-3 lo han seguido a él y a otros bichos durante meses. El resultado: Veterinaris, una serie documental que aborda el papel de los animales en la sociedad moderna y que la cadena estrenará el lunes (21.20 hora...

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Carlitus no es un conejo cualquiera. Vive en un piso con la señora Elena y su familia, que lo adoran. A veces, demasiado. Lo alimentan tanto que se ha convertido en un obeso. Es normal: come bien -hasta un barquillo le dan de postre los domingos-, duerme y no hace ejercicio. El exceso de peso (¡ocho kilos!) le causa molestias físicas que requieren atenciones veterinarias. Las cámaras de TV-3 lo han seguido a él y a otros bichos durante meses. El resultado: Veterinaris, una serie documental que aborda el papel de los animales en la sociedad moderna y que la cadena estrenará el lunes (21.20 horas).

El mismo equipo de reporteros -dirigidos por Francesc Escribano- que realizó la también serie documental Bellvitge hospital, de gran impacto en los telespectadores, firma ahora Veterinaris. El método utilizado es el mismo que en la anterior producción: la cámara se limita a observar las relaciones, curiosas a menudo, que se establecen entre los principales protagonistas de la serie. A saber, los dueños de los animales, las bestias y los veterinarios.En lo personal, desde el punto de vista de los autores del programa, hay una diferencia considerable entre Bellvitge hospital y Veterinaris. El contacto directo con la enfermedad y sus consecuencias resultó muy duro para los reporteros. Por el contrario, el rodaje de Veterinaris ha sido un alivio. "Habíamos sufrido tanto que teníamos ganas de sufrir un poco menos", dijo ayer Escribano en la presentación de la serie. Contó el director que la serie "está pensada para que interese a las personas con mascotas, emocione a los amantes de los animales y convenza a quienes no los quieren de que adopten al menos los que aparecerán en la pantalla cada semana".

El equipo de reporteros no se ha limitado a plantar sus cámaras en un centro veterinario, sino que ha ampliado su radio de acción a varios escenarios. Entre ellos, el zoo de Barcelona, la comarca de Berguedà y una clínica de animales exóticos. En el zoo, las cámaras acompañan al veterinario Jesús Fernández, preocupado, por ejemplo, porque Vieja, una chimpancé de edad avanzada que acaba de parir, no tiene bastante leche para amamantar a su cría. En el Berguedà, sigue a Rudy Gelinne, un veterinario rural, y en la clínica para bichos raros observa cómo Xavier Valls lidia con mascotas políticamente incorrectas, como tortugas, iguanas, hámsters y cotorras.

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