Ibarretxe acepta analizar con Redondo e Iturgaiz el recrudecimiento de la violencia callejera

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aceptó ayer reunirse con Nicolás Redondo Terreros, una sugerencia lanzada en público por el dirigente socialista el sábado en plena ofensiva de violencia callejera contra sus militantes. Ibarretxe también extendió su invitación al líder del PP vasco, Carlos Iturgaiz. La iniciativa del lehendakari se produce en un momento delicado, cuando el PSE-EE y el PP le acusan de pactar con quienes mantienen la violencia mientras se recrudecen los sabotajes. Por su parte, el secretario de los socialistas guipuzcoanos advirtió de que las víctimas podrían recurrir a la "...

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El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aceptó ayer reunirse con Nicolás Redondo Terreros, una sugerencia lanzada en público por el dirigente socialista el sábado en plena ofensiva de violencia callejera contra sus militantes. Ibarretxe también extendió su invitación al líder del PP vasco, Carlos Iturgaiz. La iniciativa del lehendakari se produce en un momento delicado, cuando el PSE-EE y el PP le acusan de pactar con quienes mantienen la violencia mientras se recrudecen los sabotajes. Por su parte, el secretario de los socialistas guipuzcoanos advirtió de que las víctimas podrían recurrir a la "autodefensa".

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Ibarretxe se reunirá el viernes con el máximo dirigente del PSE-EE, Nicolás Redondo Terreros, y a finales de mes lo hará con el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, quien no puede hacerlo antes de esas fechas. Con esta iniciativa, el lehendakari tratará de paliar la desazón en la que hoy viven los militantes de estos dos partidos, convertidos en objetivo directo de las acciones de vandalismo callejero, además de soportar la tensión que para ellos ha supuesto la ruptura de la tregua de ETA.Dirigentes de los dos partidos se habían hecho eco el fin de semana del acoso al que se estaba sometiendo a sus militantes con la intensificación de atentados de baja intensidad y se lamentaban de no sentirse protegidos por el Gobierno Vasco. Redondo Terreros expresó el sábado la necesidad de que Ibarretxe preste atención a las personas que en Euskadi no tienen libertad mientras el parlamentario popular Carlos Urquijo reclamaba ayer mismo al lehendakari y a la Ertzaintza "mayor audacia policial para que nacionalistas y no nacionalistas dispongamos de las mismas cotas de libertad".

Los dos partidos acusan al jefe del Ejecutivo vasco de mantener un pacto con quienes no condenan la violencia y de no propiciar en contra de estos hechos una movilización ciudadana equivalente a las que se promueven en favor de los presos de ETA. Ayer mismo, electos de la Diputación Foral de Guipúzcoa, con el diputado general, Roman Sudupe, al frente, y varios ayuntamientos de esta provincia se concentraron ante el Palacio Foral, en San Sebastián, a iniciativa de Batera, plataforma que aglutina a partidos y formaciones del Pacto de Lizarra para pedir el acercamiento de los presos a Euskadi.

El malestar y desazón que el rebrote de esta violencia está produciendo entre la militancia de ambos partidos la expresó ayer de forma contundente el secretario de los socialistas guipuzcoanos, Manuel Huertas. Afirmó que este rebrote responde a una estrategia perfectamente diseñada que hay que encuadrar en el radicalismo que ha experimentado la izquierda abertzale al decidirse por la abstención ante las próximas elecciones y advirtió de la posibilidad de que sus militantes tengan que recurrir a la "autodefensa" si no se da una mayor eficacia policial.

Según Huertas, las acciones de sabotaje, sean con cócteles mólotov u otro tipo de artefactos, están estudiadas sociológica y psicológicamente. "Forman parte de una estrategia refinada que nada tiene que envidiar a la forma de actuar de los nazis. Se trata de crear miedo en las personas y sus familias con un compromiso político definido", dijo. Añadió que debido a la hipocresía que existe en Euskadi nadie reclama la paternidad de este tipo de violencia.

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En esta línea se manifestó ayer el parlamentario del PP, Carlos Urquijo, al afirmar que "en estos momentos, los violentos campan a sus anchas, destruyendo a su paso vehículos, establecimientos y domicilios particulares con total impunidad". Y reprochaba al Lehendakari que "no realice un llamamiento" a la Ertzaintza "para que mejore sus resultados".

Condena de Navarra

La Mesa y la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra aprobaron ayer, con el apoyo de todos los grupos políticos, salvo Euskal Herritarrok, que votó en contra, una condena contra el atentado cometido contra la casa de un policía nacional, el día 6 en Villaba, y los graves incidentes que se produjeron en el centro de Pamplona la noche del sábado.

Según la Mesa del Parlamento, estos sucesos se inscriben "dentro de la estrategia terrorista que pretende condicionar la actividad política con métodos que no merecen sino el rechazo y la condena más rotunda por parte de las fuerzas políticas democráticas".

La condena expresada por la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento navarro no fue secundada por el grupo de EH debido a que el lenguaje utilizado en la misma era "muy duro", según declaró posteriormente el portavoz de la Mesa, José Luis Castejón.

Los 12 detenidos durante los disturbios que iniciaron 150 alborotadores, profiriendo gritos a favor de ETA, a las doce de la noche del sábado en la Plaza del Castillo de Pamplona, fueron liberados ayer. Tres de ellos quedaron en libertad con cargos, acusadosde un delito de desórdenes públicos, tras declarar ante el juez de Pamplona. Otros cinco quedaron bajo la custodia de sus padres por ser menores de edad, y las cuatro personas restantes fueron puestas en libertad sin cargos después de haber prestado declaración ante el instructor.

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