Los partidos y las organizaciones de Lizarra anularon una manifestación en Madrid al romper ETA la tregua

Los partidos y las organizaciones integrantes del pacto de Lizarra suspendieron una gran manifestación que tenían proyectado realizar en Madrid para pedir el traslado de los presos etarras a las cárceles del País Vasco o de su entorno poco después de que ETA anunciara la ruptura de su alto el fuego después de 14 meses.La idea se inscribía en los planes de movilización de Batera, una plataforma unitaria que agrupa a todas las formaciones nacionalistas y a Izquierda Unida, así como a otros colectivos y sindicatos, para exigir el respeto de los derechos de los reclusos y la posibilidad de que par...

Los partidos y las organizaciones integrantes del pacto de Lizarra suspendieron una gran manifestación que tenían proyectado realizar en Madrid para pedir el traslado de los presos etarras a las cárceles del País Vasco o de su entorno poco después de que ETA anunciara la ruptura de su alto el fuego después de 14 meses.La idea se inscribía en los planes de movilización de Batera, una plataforma unitaria que agrupa a todas las formaciones nacionalistas y a Izquierda Unida, así como a otros colectivos y sindicatos, para exigir el respeto de los derechos de los reclusos y la posibilidad de que participen activamente en el proceso de pacificación.

La celebración de una gran manifestación de los nacionalistas en Madrid durante el presente mes de enero para reclamar una modificación de la política penitenciaria del Gobierno que preside José María Aznar fue planteada en el seno de la comisión permanente de Batera por el representante del PNV en noviembre pasado.

Esa movilización se incluía dentro de una campaña más amplia de manifestaciones conjuntas que se iban a coordinar desde dicha plataforma. Se trataba de apoyar con más fuerza las iniciativas que los propios presos están protagonizando desde hace más de un mes con huelgas de hambre sucesivas en varias prisiones tanto españolas como francesas.

El anuncio de la ruptura de su tregua por parte de ETA, el 28 de noviembre, provocó enseguida la caída de ese proyecto por considerarse inapropiado y arriesgado a la vez. La permanente de Batera acordó, sin embargo, mantener el plan de movilizaciones que estaba previsto para diciembre y enero. Entre ellas destacan las concentraciones ante las instituciones locales, como las diputaciones y los ayuntamientos, en las que han participado también sus máximos representantes. Los diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa, rodeados de sus gobiernos forales, se han concentrado en dos ocasiones junto con los electos de EH.

La gran manifestación de Madrid pretendía trasladar a la capital de España la imagen de unidad que han alcanzado los nacionalistas vascos en torno a la formulación de un proceso de paz. Éstos cuentan en esa ciudad con el apoyo, además del entorno de IU, de sectores de la izquierda y otras organizaciones culturales, como el Foro de Madrid, que aglutina a un grupo de intelectuales encabezado por la magistrada Margarita Robles, ex secretaria de Estado de Interior, favorables a un final dialogado del conflicto vasco.

La primera gran movilización unitaria en favor de los presos se celebró el 12 de enero de 1999 en Bilbao y fue una imagen novedosa que proyectaba la firme unidad de Lizarra, cuyo pacto se había firmado cuatro meses antes. Este año no ha podido reproducirse porque el PNV, EA e IU han acusado la ruptura de la tregua y HB, presionada por Gestoras y Senideak, que aglutinan a familiares y amigos de los reclusos, han forzado la convocatoria de una huelga general para el día 27.