La policía escenificó una detención para divulgar una operación antidroga a través de la televisión
El Cuerpo Nacional de Policía utiliza todos los recursos a su alcance para propagar los logros de sus agentes. El 4 de abril de 1998 el gabinete de prensa de la jefatura superior de Valencia puso a disposición de todos los medios de comunicación de carácter audiovisual un vídeo en el que, teóricamente, se recogía la detención de dos supuestos narcotraficantes por parte de varios agentes del grupo especializado en la lucha antidroga, el de estupefacientes. Era un montaje.Las imágenes, permanentemente acompañadas por el anagrama del cuerpo, fueron completadas por un comunicado en el que se daba ...
El Cuerpo Nacional de Policía utiliza todos los recursos a su alcance para propagar los logros de sus agentes. El 4 de abril de 1998 el gabinete de prensa de la jefatura superior de Valencia puso a disposición de todos los medios de comunicación de carácter audiovisual un vídeo en el que, teóricamente, se recogía la detención de dos supuestos narcotraficantes por parte de varios agentes del grupo especializado en la lucha antidroga, el de estupefacientes. Era un montaje.Las imágenes, permanentemente acompañadas por el anagrama del cuerpo, fueron completadas por un comunicado en el que se daba cuenta, con todo detalle, de los resultados de la operación: dos detenidos y 250 gramos de cocaína y 2.313 dosis de LSD, que se incautaron en una de las aprehensiones más importantes de esta última droga. La nota informativa fue remitida por la Dirección General de Policía. El vídeo también contaba con declaraciones de un portavoz policial, José María Seara.
La información oficial de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, al mando de Segundo Martínez, no advertía en ningún momento de que parte de las imágenes facilitadas, lejos de corresponder al momento de la doble detención, eran una recreación -libre, en tanto que no se ajusta al desarrollo de los hechos recogido en el atestado- de la operación diseñada, interpretada y divulgada por la policía. El letrado de uno de los dos detenidos, Julio Sánchez, lo puso de manifiesto el pasado lunes en la Audiencia de Valencia, donde su cliente -Antonio Vicente G.D.- y el otro encausado, Pablo M.V., son juzgados.
Contradicciones
El diario Levante publicó ayer que cinco de los funcionarios de la policía que tomaron parte en la operación -algunos de ellos también en el rodaje del vídeo- reconocieron ante el tribunal el carácter ficticio de las imagenes. Éstas, tal como admitieron los agentes, están grabadas junto a la central policial en Valencia, y no en la calle en la que se capturó a los supuestos narcotraficantes.En la cinta, además, se contradice el relato policial de los hechos: en la primera uno de los acusados da una bolsa con droga al otro, mientras que en el atestado las detenciones se producen sin que el paquete llegue a cambiar de manos. El tribunal presenció ayer el vídeo que emitió Canal9, la televisión autonómica valenciana. En él, el locutor es claro: "En las imágenes que se ven, grabadas por la policía, se pueden ver las imágenes de la detención en la calle del General Sanmartín", lugar en el que efectivamente se produjeron los arrestos.
Sánchez volvió a insistir ayer en la Audiencia de Valencia en la falta de credibilidad de la policía. "Si alguien es capaz de mentir de esa manera, entiendo que puede faltar a la verdad también en el momento de redactar su atestado, dijo. "La manipulación del vídeo demuestra cuál es el talante de los agentes de la autoridad", que en las imágenes se hacen pasar por los detenidos. Según reconoció uno de los improvisados actores ante los magistrados, la grabación se realizó por orden expresa del director general de la Policía, Juan Cotino, quien ayer rehusó hacer declaraciones al respecto.
La jefatura superior de Policía en Valencia, no obstante, se apresuró a desmentir esa afirmación, al hacerse "totalmente responsable" del "contenido del reportaje". En un comunicado aclara que la grabación y difusión del vídeo es "irrelevante desde el punto de vista legal" -no constituye delito alguno y carece de valor probatorio, tal como ya estableció el juez que investigó el caso- y fue realizada "con una finalidad exclusivamente informativa".
Además, señala que se hizo "respetando los derechos de los presuntamente implicados" y que la "reconstrucción fiel de algún fragmento" fue para "mantener el anonimato de los protagonistas". Paradójicamente, la policía distribuyó sendas fotografias con los rostros de los detenidos en primer plano. La fiscalía pide 13 años de prisión para cada uno de ellos, aunque Sánchez, con independencia de la resolución judicial, anunció ayer que emprenderá acciones judiciales contra el Cuerpo Nacional de Policía.