EL PROCESO DE PAZ

El socialismo a la vasca y la nueva Unidad Popular

En sus ponencias, HB sitúa el socialismo en el mismo plano que la independencia: "Son las dos caras de un mismo proyecto político", señala. En la práctica, dedica tanto o más espacio a la "transformación social" que a la "construcción nacional". Pese a ello, no es fácil hacerse una idea precisa de cómo sería ese socialismo, que no socialdemocracia, y menos la tercera vía de Gerhard Schröder o Tony Blair. ¿A la cubana, a la china? "No deseamos imitar modelos extranjeros, defendemos un nuevo modelo construido con la identidad, medios y posibilidades de nuestro propio pueblo", se dice en e...

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En sus ponencias, HB sitúa el socialismo en el mismo plano que la independencia: "Son las dos caras de un mismo proyecto político", señala. En la práctica, dedica tanto o más espacio a la "transformación social" que a la "construcción nacional". Pese a ello, no es fácil hacerse una idea precisa de cómo sería ese socialismo, que no socialdemocracia, y menos la tercera vía de Gerhard Schröder o Tony Blair. ¿A la cubana, a la china? "No deseamos imitar modelos extranjeros, defendemos un nuevo modelo construido con la identidad, medios y posibilidades de nuestro propio pueblo", se dice en el Proyecto y Línea de Intervención Política. HB propugna la "superación del capitalismo" para "construir una sociedad basada en la justicia social donde, además de repartirse el trabajo, se reparta la riqueza". Ese "nuevo sistema económico" debe asegurar "la igualdad y la justicia social".Alguna precisión más se da al apostar por "una economía identitaria (que tome en consideración la estructura económica y el carácter de nuestro pueblo)". También cuando, frente a la tendencia a reducir la intervención del Estado en la economía, HB propugna "constituir un sector público fuerte y eficaz" y "controlar y atender los sectores básicos y promover la economía social".

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Refundación

En el tercer documento a debate se plantea la "refundación" de la Unidad Popular (Herri Batasuna, en euskera) para adaptarla "al proceso político abierto" y reforzarla como "instrumento político-organizativo de carácter estratégico" para la consecución de "la independencia y el socialismo". Pero no se concreta si organizativamente se va a pasar del actual estadio de movimiento-agrupación electoral al de un partido más o menos convencional, con un censo de afiliados y la definición de sus derechos y deberes dentro de la organización. Esto se deja para una discusión posterior. Se admite que actualmente las funciones que debería aunar esa Unidad Popular "se encuentran dispersas" y desdibujadas entre HB y Euskal Herritarrok (la plataforma electoral creada en el verano de 1998 para recuperar a sectores que se habían alejado de HB y soslayar el riesgo de su posible ilegalización). Pero la "clarificación" se supedita a la tarea prioritaria de avanzar en la "acumulación de fuerzas" sociales "abertzales [patriotas] y de izquierdas" y de extender sus estructuras por los seis territorios de Euskal Herria.La Unidad Popular reafirma su carácter asambleario, insiste en reforzar la militancia y en la "democracia participativa", y se define igualitaria, solidaria y antimilitarista. Proclama también la pluralidad interna, pero a partir de la aceptación de su carácter independentista, socialista y euskaldun.

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