El ex ministro del Interior iraní insiste en que su juicio es ilegal
El ex ministro iraní del Interior y alcalde dimisionario de Teherán Abdalá Nurí, acusado de "propaganda antiislámica", reiteró con fuerza ayer, ante el Tribunal Especial del Clero, su negativa a aceptar el "carácter legal" del proceso. Nurí, uno de los más fieles apoyos del presidente reformista Mohamed Jatamí, está acusado por un responsable de los servicios de seguridad de haber difundido en su diario Jordad "informaciones falsas" sobre interrogatorios a periodistas. Flanquado por su abogado Mohsen Ramahi, Nurí escuchó impasible las acusaciones en el segundo día de su juicio. A continuación ...
El ex ministro iraní del Interior y alcalde dimisionario de Teherán Abdalá Nurí, acusado de "propaganda antiislámica", reiteró con fuerza ayer, ante el Tribunal Especial del Clero, su negativa a aceptar el "carácter legal" del proceso. Nurí, uno de los más fieles apoyos del presidente reformista Mohamed Jatamí, está acusado por un responsable de los servicios de seguridad de haber difundido en su diario Jordad "informaciones falsas" sobre interrogatorios a periodistas. Flanquado por su abogado Mohsen Ramahi, Nurí escuchó impasible las acusaciones en el segundo día de su juicio. A continuación tomó la palabra para cuestionar la competencia del tribunal. Aunque Nurí es un clérigo con rango de hoyatoleslam (por debajo de ayatolá), ha puesto en entredicho desde el principio la legitimidad del Tribunal Especial del Clero, que no está contemplado en la Constitución ni vinculado al resto del aparato judicial.
El juez Mohamed Salimí le recordó sus antiguas funciones como ministro del Interior. "Con esa responsabilidad anterior, no tenía usted derecho a cometer errores", le espetó Salimí. "No acepto eso. Existe el derecho a equivocarse", respondió Nurí, que considera que su caso debe ser juzgado por el tribunal para la prensa y no por éste de carácter religioso.
Nurí, el candidato más votado en las pasadas elecciones municipales, ha presentado recientemente su renuncia a la presidencia del Consejo Municipal de Teherán, con el fin de poder presentarse como cabeza de lista del bloque reformista a las legislativas del próximo febrero. Sus partidarios consideran que este juicio es una maniobra de los conservadores para evitar su concurso electoral.