"Quieren perpetuarse en sus cargos"
El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, se mostró ayer muy duro y crítico con el sector de su partido que ha expresado su descontento interno apoyando la enmienda a la totalidad de la ponencia de organización y estatutos que ha sido elaborada por Rafael Larreina, actual número dos de EA. Según afirmó en Radio Euskadi, el móvil que ha impulsado a algunos a mantener esta actitud es el "controlar el aparato del partido y perpetuarse así en sus cargos públicos".Lanzaba de esta manera Garaikoetxea una carga de profundidad contra los críticos que se han arrojado así a la que es ya batalla del cong...
El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, se mostró ayer muy duro y crítico con el sector de su partido que ha expresado su descontento interno apoyando la enmienda a la totalidad de la ponencia de organización y estatutos que ha sido elaborada por Rafael Larreina, actual número dos de EA. Según afirmó en Radio Euskadi, el móvil que ha impulsado a algunos a mantener esta actitud es el "controlar el aparato del partido y perpetuarse así en sus cargos públicos".Lanzaba de esta manera Garaikoetxea una carga de profundidad contra los críticos que se han arrojado así a la que es ya batalla del congreso. Según datos oficiosos, habrían respaldado la ponencia alternativa, por ahora, cerca de 20 asambleas locales en Guipúzcoa, otras tantas en Vizcaya y las dos más representativas de Alava.
Según Garaikoetxea, se está produciendo esta ofensiva contra el texto oficial porque algunos, "prevaliendose de su cago público", han tratado de controlar el partido "con el objetivo de garantizar su puesto de trabajo". El presidente de EA añadió que la ponencia, que está siendo rechazada por este sector crítico, constituye precisamente una fórmula para "eliminar algunas corruptelas internas".
Según Garaikoetxea, el riesgo de "corruptelas" existe en todos los partidos por parte de "quienes tienen la suerte de poseer empleos pùblicos y tienden a controlar los aparatos porque tienen tiempo y dedicación". Pero se negó a dar nombres porque "se dice el pecado, pero no el pecador".
Las críticas que los renovadores hacen al texto oficial, que consideran centralista y poco participativo, fueron calificadas de "demagógicas". por el presidente de EA, quien defendió la propuesta oficial de mayor centralización "por cuestiones de pura eficacia, en temas como la administración o las finanzas de un partido".