CASO BANESTO

El fiscal traza el mapa de las pantallas usadas por Mario Conde

El fiscal del caso Banesto, Luis López Sanz, acusó ayer Mario Conde, Arturo Romaní, Rafael Pérez Escolar y Fernando Garro de haber engañado a la Corporación Industrial Banesto en 1991 al haberse beneficiado a través de sus sociedades instrumentales de una venta de cuentas de participación del proytecto La Esquina del Bernabéu-Centro Comercial Concha Espina al grupo Banesto.López Sanz calificó la citada operación, por la existencia de un ánimo de engañar, como una estafa. En el mismo sentido, fue definida otra operación, la llamada Oil Dor, ambas realizadas con la interposición del grupo Dorna,...

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El fiscal del caso Banesto, Luis López Sanz, acusó ayer Mario Conde, Arturo Romaní, Rafael Pérez Escolar y Fernando Garro de haber engañado a la Corporación Industrial Banesto en 1991 al haberse beneficiado a través de sus sociedades instrumentales de una venta de cuentas de participación del proytecto La Esquina del Bernabéu-Centro Comercial Concha Espina al grupo Banesto.López Sanz calificó la citada operación, por la existencia de un ánimo de engañar, como una estafa. En el mismo sentido, fue definida otra operación, la llamada Oil Dor, ambas realizadas con la interposición del grupo Dorna, propiedad del empresario Carlos García Pardo.

López Sanz y su colega Javier Sánchez Junco describieron, paso a paso, la utilización de empresas pantalla, en España, Suiza y Holanda, para difuminar el rastro del dinero. Sin embargo, ambos reconstruyeron la ruta que siguieron los beneficios obtenidas por sociedades utilizadas por Mario Conde, Arturo Romaní y Fernando Garro. En lo que se refiere a Pérez Escolar, éste no ocultó sus beneficios, declarados por su sociedad familiar.

"Los acusados estuvieron en las dos orillas de la negociación", explicó López Sanz. Por una parte eran miembros conspicuos de la Corporación Industrial (Conde era su presidente, Romaní consejero delegado y Pérez Escolar miembro de la comisión ejecutiva) y por la otra eran quienes vendían a la Corporación sus cuentas de participación. Los cuatro acusados obtuvieron un beneficio conjunto de 1.331 millones de pesetas en la operación La Esquina del Bernabéu-Centro Comercial Concha Espina.

López Sanz expuso las salidas de dinero de España y su regreso posterior, a través de sociedades pantalla, mediante el recurso a ciertas ampliaciones de capital en sociedades españolas controladas por Romaní como Longanor, Inversiones Rondonopolis, Apolo Inversiones y Servicios y varias más. La coartada también utilizada fue la que Conde usó los fondos como préstamos.

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