El PP de Cataluña trata de imponer sus condiciones a Pujol a pesar de que Aznar ya ha garantizado la estabilidad

El presidente del Partido Popular de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, convocó ayer precipitadamente una conferencia de prensa para subrayar que su partido "no ha dado un cheque en blanco" a Jordi Pujol, a pesar de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, el portavoz, Josep Piqué, el secretario general del partido, Javier Arenas, y el coordinador de Organización, Pío García Escudero, han dejado clara la intención del PP de garantizar la estabilidad en Cataluña votando la investidura de Pujol si éste necesita sus votos. "No hay ningún acuerdo si no se reconoce la influencia del PP y cu...

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El presidente del Partido Popular de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, convocó ayer precipitadamente una conferencia de prensa para subrayar que su partido "no ha dado un cheque en blanco" a Jordi Pujol, a pesar de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, el portavoz, Josep Piqué, el secretario general del partido, Javier Arenas, y el coordinador de Organización, Pío García Escudero, han dejado clara la intención del PP de garantizar la estabilidad en Cataluña votando la investidura de Pujol si éste necesita sus votos. "No hay ningún acuerdo si no se reconoce la influencia del PP y cualquier acuerdo tiene que ser en clave estrictamente catalana, no española", aseguró Fernández Díaz.En la dirección del PP de Cataluña se ha extendido un cierto desánimo por el torrente de declaraciones de dirigentes nacionales dando por hecha la investidura de Pujol, lo que ha eclipsado los planteamientos propios del PP catalán. Tal como reflejó ayer Fernández Díaz, la cúpula catalana considera imprescindible arrancar un mínimo de contrapartidas que le permitan justificar el apoyo a Pujol y que vaya más allá del pacto de legislatura de CiU en el Congreso.

El líder regional aseguró ayer que el partido no ha empezado a perfilar cuáles serán sus exigencias mínimas e insinuó que serán altas: "Queremos sacar provecho de que la situación del PP en el Parlamento es mejor ahora que hace 48 horas", afirmó. Además, informó de que ordenará a sus colaboradores que se centren en analizar las contrapartidas exigibles a Jordi Pujol a cambio de apoyarle en la investidura.

Algunos dirigentes se muestran incluso partidarios de reivindicar la presidencia del Parlamento, aunque a renglón seguido admiten que no se ven con fuerzas de reclamarla después de las declaraciones de los dirigentes del PP en Madrid. "Si nuestro seguidismo es total, nos quedamos sin partido en Cataluña", lamentaba ayer un miembro del comité ejecutivo regional.

Fuentes del ejecutivo explicaron que en la reunión celebrada el lunes, en presencia de Arenas, la diputada autonómica y probable portavoz del PP en la legislatura que ahora se inicia, Dolors Nadal, ilustró gráficamente esta sensación de desánimo tan extendida en el PP catalán por su subordinación a la política española: "Da la impresión de que Aznar va con un gran coche cuyas letras paga el PP catalán", aseguran que dijo la diputada.

Piqué también reiteró ayer que no darán "un apoyo incondicional" a Pujol. No obstante, precisó que el presidente de la Generalitat en funciones tendrá los votos del PP en la investidura si "evita planteamientos aventureros", garantiza la pluralidad de la sociedad catalana y apuesta por "políticas de progreso y de creación de empleo".

Estos planteamientos coinciden con la nota que la dirección nacional envió ayer a todos los presidentes regionales expresando la "disposición" del PP a garantizar la estabilidad en Cataluña, informa Europa Press. Como condiciones, esta nota cita: "moderación, defensa del pluralismo cultural, progreso económico y social, y respeto del Estatuto y de la Constitución".

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