La Delegación del Gobierno sostiene que los destrozos de Sants estaban planificados al detalle

La Delegación del Gobierno y la policía mantienen la teoría de que los graves destrozos causados por unos 600 jóvenes extremistas en Sants estaban planificados al detalle y respondían a una táctica de guerrilla urbana similar a la que utilizan las juventudes independentistas de Jarrai en el País Vasco. La Plataforma Antifascista, que engloba a jóvenes anarquistas, comunistas, okupas e independentistas radicales, convocante de la manifestación del pasado martes, negó que sus actos estuvieran planificados. Según los convocantes, la violencia en Sants tenía como origen "la crispación y el cabreo"...

La Delegación del Gobierno y la policía mantienen la teoría de que los graves destrozos causados por unos 600 jóvenes extremistas en Sants estaban planificados al detalle y respondían a una táctica de guerrilla urbana similar a la que utilizan las juventudes independentistas de Jarrai en el País Vasco. La Plataforma Antifascista, que engloba a jóvenes anarquistas, comunistas, okupas e independentistas radicales, convocante de la manifestación del pasado martes, negó que sus actos estuvieran planificados. Según los convocantes, la violencia en Sants tenía como origen "la crispación y el cabreo" que se vive en el barrio, donde los skinheads, aseguran, "atacan casi a diario" a miembros de su colectivo.

Algunas entidades y personas afectadas han criticado que los antidisturbios llegaron tarde a los puntos conflictivos, como por ejemplo la confluencia de la calle del Brasil con la de Sants, donde los manifestantes tuvieron tiempo para destrozar varias agencias bancarias antes de que apareciera los agentes.La policía sostiene que los manifestantes tenían abundantes piedras, que transportaron en carros de supermercados; disponían de cohetes con la punta metálica -los agentes se incautaron de 100 de ellos-, lanzaderas de cohetes, tuercas que lanzaban con tirachinas, y teléfonos móviles y motocicletas con los que coordinaron sus acciones durante las casi tres horas que duraron los disturbios.

Francisco Arrebola, jefe superior de Policía de Cataluña, en coincidencia con muchos políticos, manifestó ayer: "Ha habido demasiada condescendencia con los radicales por parte de las instituciones". El alto mando policial dijo que muchos de los jóvenes que ayer efectuaron los actos más violentos, "tienen contactos con el Norte", en clara elipsis del País Vasco y de las juventudes de Jarrai.

Arrebola, en declaraciones a la cadena COPE, añadió: "Las casas okupadas actúan como centros difusores de la violencia". Con estas manifestaciones, el mando policial implicaba a los okupas en las acciones violentas del martes, aunque hay expertos que señalan que, en ocasiones como la de anteayer, lo que hace la Asamblea de Okupas es convocar el acto y aportar el contingente humano, y son otros -comunistas radicales y anarquistas- quienes dirigen la estrategia y figuran en primera línea.

Representantes de la Delegación del Gobierno estaban ayer satisfechos porque el martes, en Sants, se consiguió evitar el mal mayor: que los extremistas antifascistas toparan con los skinheads que participaron en un acto ultraderechista en la plaza de los Països Catalans. De haberse producido este encontronazo, advierten, "hoy estaríamos hablando de graves daños personales, incluso de muertos". Desde el punto de vista policial, los elevados daños materiales en mobiliario urbano y bancos y tiendas causados por los manifestantes constituyen el daño menor. Los antidisturbios y los policías de paisano tenían la consigna de evitar que los dos grupos llegaran siquiera a verse. A este cometido sometieron su estrategia, afirmaron ayer los responsables policiales.

Los 26 jóvenes detenidos durante la algarada, que están acusados de desórdenes públicos, destrozos, atentado contra la autoridad y agresiones, pasarán hoy a disposición judicial. Algunos familiares protestaron ayer por la falta de información.