"Gracias, vieja"

El genial Alfredo di Stéfano comienza a redactar sus memorias de fútbol

Alfredo di Stéfano está dispuesto a recordar. El genial futbolista había recibido muchas propuestas para contar su vida pero hasta ahora no se ha decidido. "Hace unos días se ha muerto mi cuñado, y su mujer, que tiene Alzheimer, no se acuerda ni dónde tiene los papeles. No quiero que me pase lo mismo. Así que creo que ha llegado el momento de contar algunas cosas antes de que pierda la memoria", confiesa Di Stéfano. Junto a él, Alfredo Relaño y Enrique Ortego, los dos periodistas que trascribirán sus palabras para EL PAÍS- Aguilar.Di Stéfano, 73 años, ha querido que el libro que estará a la ve...

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Alfredo di Stéfano está dispuesto a recordar. El genial futbolista había recibido muchas propuestas para contar su vida pero hasta ahora no se ha decidido. "Hace unos días se ha muerto mi cuñado, y su mujer, que tiene Alzheimer, no se acuerda ni dónde tiene los papeles. No quiero que me pase lo mismo. Así que creo que ha llegado el momento de contar algunas cosas antes de que pierda la memoria", confiesa Di Stéfano. Junto a él, Alfredo Relaño y Enrique Ortego, los dos periodistas que trascribirán sus palabras para EL PAÍS- Aguilar.Di Stéfano, 73 años, ha querido que el libro que estará a la venta la próxima primavera se llame Gracias, vieja, como homenaje a la pelota que tantos momentos de gloria le proporcionó. Cinco Copas de Europa y 227 goles en la Liga española, en la que en cinco ocasiones fue el máximo anotador, son algunas de las cifras de un futbolista que ya es un mito. "Mi secreto ha sido que mi hobby ha sido mi profesión. A los siete años ya coleccionaba cromos, por eso me sorprende que a muchos futbolistas de hoy no les guste esto. Cuando era entrenador del Valencia, recuerdo que tenía un futbolista que había estado en el River y para motivarle le dije: "Tenés que jugar como...", y le recité la alineación de River. Entonces él me preguntó: "¿Quiénes son esos?". Estaba claro, no le gustaba el fútbol".

Gracias, vieja será un libro de fútbol porque a su protagonista no le gustan las polémicas. "Dejé de ir a una tertulia porque sólo se hablaba de si había sido penalti o no. Ahora veo a los jugadores del Madrid, que van a tener un accidente de cómo celebran los penaltis que marcan", cuenta Di Stéfano con un cierto aire de nostalgia. "Es para lo único que ahora corren". Y si hay algo de lo que él presume es de su rapidez. "Era el Ben Johnson de la época, por eso me pusieron la saeta. En Argentina, saeta es una flecha. En Valladolid marqué el gol más rápido de mi vida...". Di Stéfano vuelve a jugar.

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