ETA roba dos coches en Francia y mantiene activa su infraestructura

La organización terrorista ETA ha robado al menos dos vehículos en Francia en el marco de la actividad que lleva a cabo para mantener viva la infraestructura logística de la banda, según han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.El robo de estos turismos se registró hace varias semanas y fue comunicado recientemente a las autoridades españolas. Las mismas fuentes señalan que además de esta acción, ETA continúa llevando a cabo labores de información. Es decir, que sigue activa pese a la tregua declarada hace un año.

La actividad de la banda terrorista, detectada en ...

La organización terrorista ETA ha robado al menos dos vehículos en Francia en el marco de la actividad que lleva a cabo para mantener viva la infraestructura logística de la banda, según han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.El robo de estos turismos se registró hace varias semanas y fue comunicado recientemente a las autoridades españolas. Las mismas fuentes señalan que además de esta acción, ETA continúa llevando a cabo labores de información. Es decir, que sigue activa pese a la tregua declarada hace un año.

La actividad de la banda terrorista, detectada en las últimas semanas por los servicios antiterroristas franceses, no extraña a las autoridades españolas quienes afirman que ETA, en su primer comunicado, anunció una tregua unilateral indefinida pero advirtió que seguiría manteniendo su infraestructura y su logística.

A lo largo de los doce meses de tregua se han descubierto varios zulos con armas, explosivos, información sobre personalidades y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

En este sentido, las fuentes informantes destacan que la primera detención que se produjo en Francia de un etarra, tras ser declarada la tregua, fue la de Mikel Ganuza, quien fue sorprendido el pasado 17 de febrero cuando intentaba robar una furgoneta en Orthez (Francia).

Otra prueba de la actividad de la banda está en la habitual extorsión de los terroristas y la recaudación del denominado impuesto revolucionario para financiar sus asesinatos. Durante la tregua, numerosos empresarios y profesionales del País Vasco y de Navarra han recibido cartas amenazantes.