Travolta abandona Francia para evitar ser convocado al juicio de la Cienciologia

El actor estadounidense John Travolta, reconocido adepto de la Iglesia de la Cienciología, abandonó Francia en un avión privado rumbo a Los Ángeles por temor a ser citado como testigo en el juicio por estafa que se sigue en Marsella contra siete miembros de esta organización, según aseguraron ayer fuentes cercanas al actor. La explicación oficial —según la cual Travolta abandonó Francia por las exigencias de un rodaje en EE UU—, tropieza con la anulación, en el último momento, de una serie de entrevistas programadas con la prensa francesa y que formaban parte de la promoción de la ...

El actor estadounidense John Travolta, reconocido adepto de la Iglesia de la Cienciología, abandonó Francia en un avión privado rumbo a Los Ángeles por temor a ser citado como testigo en el juicio por estafa que se sigue en Marsella contra siete miembros de esta organización, según aseguraron ayer fuentes cercanas al actor. La explicación oficial —según la cual Travolta abandonó Francia por las exigencias de un rodaje en EE UU—, tropieza con la anulación, en el último momento, de una serie de entrevistas programadas con la prensa francesa y que formaban parte de la promoción de la película El deshonor de Elizabeth Campbell, de inminente estreno.

La Fiscalía de Marsella reclama para el ministro y responsable en Francia de esa Iglesia, Xavier Delamare, 18 meses de prisión firme y otros tantos a cumplir en caso de reincidencia. El magistrado ilustró la gravedad del comportamiento atribuido a los implicados indicando en voz alta que sintió "un escalofrío después de leer el informe de diligencias".

Con el concurso del experto psiquiatra Jean-Marie Abgrall, que certifica la existencia en el caso de "actos de manipulación mental", la fiscal Daniéle Drouy Ayral descalificó el pretendido efecto benéfico de las "curas de purificación" llevadas a cabo por la Cienciología con adeptos que han pagado por ellas hasta 300.000 francos (unos 7,5 millones de pesetas). Dijo que, por el contrario, ésas podían agravar los sufrimientos psíquicos de las víctimas, y que los acusados utilizaron en su provecho "las debilidades" de los adeptos. "Bajo el discurso religioso, aparece claramente una deriva comercial institucionalizada", afirmó la fiscal.

Lejos de escudarse en la organización a la que pertenece, Xabier Delamare exculpó a la dirección y confesó haber "violado el reglamento de mi Iglesia". A lo largo de su testimonio, el acusado pareció dispuesto a asumir las culpas de los implicados, cuatro de los cuales han renegado de la fe en la Iglesia de la Cienciología.

La defensa invocó reiteradamente la "libertad espiritual", al tiempo que negó que el dinero desempeñe un papel importante en el funcionamiento de la organización. En diversos comunicados, la Oficina de Asuntos Especiales de la organización ha arremetido contra el Gobierno francés, al que acusa de practicar una política de discriminación religiosa y de hostigamiento a las confesiones minoritarias.