Alfredo Kraus
La desaparición de nuestro insigne tenor ha supuesto una pérdida irreparable para los amantes de la música lírica. El análisis y la valoración de su obra quedarán ahora para los cronistas y expertos en la materia, pero como aficionado no puedo dejar de recordar su reciente actuación en el Teatro Real de Madrid, en febrero del año pasado, donde volvió a dar una lección magistral de canto e interpretación en todo el recital, y muy especialmente cuando supo hacer suya la profunda amargura del protagonista de Lucía de Lammermoor con unas facultades y sensibilidad extraordinarias. Sirvan estas lín...
La desaparición de nuestro insigne tenor ha supuesto una pérdida irreparable para los amantes de la música lírica. El análisis y la valoración de su obra quedarán ahora para los cronistas y expertos en la materia, pero como aficionado no puedo dejar de recordar su reciente actuación en el Teatro Real de Madrid, en febrero del año pasado, donde volvió a dar una lección magistral de canto e interpretación en todo el recital, y muy especialmente cuando supo hacer suya la profunda amargura del protagonista de Lucía de Lammermoor con unas facultades y sensibilidad extraordinarias. Sirvan estas líneas de sencillo homenaje al maestro con la esperanza de que, aun por encima de su legado artístico, queden su dedicación y profesionalidad como ejemplo para todos.-