Congreso de Teología

Es una lástima que no haya dado EL PAÍS todos los días una reseña de las variadas ponencias, comunicaciones y mesas redondas del 19º Congreso de Teología, que es el más importante celebrado en España. La única reseña es tan sucinta que el lector puede pensar que todo fueron críticas personales al Papa, y no un congreso de ideas muy positivas de cara a una renovación y adaptación del cristianismo al sigloXXI: un "aggiornamento", como quería Juan XXIII y el Concilio Vaticano II.Los temas tratados y el diálogo con los numerosos asistentes (sacerdotes, religiosos y, sobre todo, seglares, casi todo...

Es una lástima que no haya dado EL PAÍS todos los días una reseña de las variadas ponencias, comunicaciones y mesas redondas del 19º Congreso de Teología, que es el más importante celebrado en España. La única reseña es tan sucinta que el lector puede pensar que todo fueron críticas personales al Papa, y no un congreso de ideas muy positivas de cara a una renovación y adaptación del cristianismo al sigloXXI: un "aggiornamento", como quería Juan XXIII y el Concilio Vaticano II.Los temas tratados y el diálogo con los numerosos asistentes (sacerdotes, religiosos y, sobre todo, seglares, casi todos católicos) no fue fundamentalmente negativo, sino muy positivo de cara a las posibilidades futuras de la difusión del mensaje de Jesús, que es figura central para nosotros los cristianos. Desearía que esta carta sirviera no sólo de aclaración de las intenciones de la Asociación de Teólogos/as Juan XXIII, sino de la realidad tan positiva del congreso, que abrió perspectivas posibles para el futuro religioso de nuestro Occidente en particular, si sabemos escuchar y aplicar los "signos de los tiempos" -que allí se estudiaron- como quería Jesús y el Papa JuanXXIII.- Miret Magdalena. Presidente de la Asociación de Teólogos/as Juan XXIII.