Una tromba de agua provoca que un avión se salga de la pista en el aeropuerto de Girona

Las fuertes tormentas que estan barriendo la Península hacia el Este provocaron la muerte de cuatro personas en accidentes de tráfico en las últimas 48 horas y estuvieron a punto de causar una tragedia en Girona. La tromba de agua que descargaba sobre el aeropuerto de la capital gerundense cerca de la medianoche provocó que un avión se saliera de la pista durante el aterrizaje y, tras caer por un terraplén, quedara partido en tres trozos. Milagrosamente, en el accidente sólo hubo 40 heridos leves. Otra persona falleció en Burbáguena (Teruel) al ser alcanzada por un rayo.

El avión sinies...

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Las fuertes tormentas que estan barriendo la Península hacia el Este provocaron la muerte de cuatro personas en accidentes de tráfico en las últimas 48 horas y estuvieron a punto de causar una tragedia en Girona. La tromba de agua que descargaba sobre el aeropuerto de la capital gerundense cerca de la medianoche provocó que un avión se saliera de la pista durante el aterrizaje y, tras caer por un terraplén, quedara partido en tres trozos. Milagrosamente, en el accidente sólo hubo 40 heridos leves. Otra persona falleció en Burbáguena (Teruel) al ser alcanzada por un rayo.

El avión siniestrado en Girona es un Boeing 757 de la compañía aérea Britannia y se disponía a aterrizar en Girona procedente de Cardiff (Gales). A bordo viajaban 235 pasajeros británicos que se disponían a pasar unos días de vacaciones en la Costa Brava. El piloto del avión fue incapaz de frenar sobre la pista mojada y bajo una auténtica manta de agua, según los testigos. Fuera de control, el aparato se salió de la pista y cayó por un terraplén partiéndose en tres partes. Al menos 40 pasajeros, entre ellos seis niños, fueron atendidos en dos hospitales de contusiones leves, hipotermias y crisis nerviosas.En el momento del accidente descargaba sobre Girona un frente tormentoso de los que barrieron durante todo el día de ayer la Península de Oeste a Este. El frente se desplazaba ayer hacia la Comunidad Valenciana y Murcia, comunidades a las que Protección Civil había ampliado la alerta que ya mantenía en otras seis regiones (Aragón, Navarra, La Rioja, Cataluña, Baleares, y Castilla-La Mancha) ante el temor de que se produjeran precipitaciones de más de 30 litros por metro cuadrado en una hora.

Las lluvias fuertes sobre las que previno el lunes la Dirección General de Protección Civil provocaron las primeras víctimas anteanoche. Un hombre falleció en el paseo marítimo de Santander al caer sobre su furgoneta un árbol de grandes dimensiones doblegado por el viento. Muy poco después, en Calatorao (Zaragoza), una mujer de 64 años, Rosario María de Lorenzo, perdía la vida en una colisión entre cuatro turismos que circulaban a muy baja velocidad por la N-II (Madrid-Barcelona). La lluvia también provocó el accidente en el que falleció Agustina Pérez Alonso, de 49 años, cuyo vehículo volcó en la carretera A-131, a su paso por Ontiñena (Huesca).

Antes de que acabara el lunes, una avalancha de agua arrastró el coche del párroco de La Ventosa (Cuenca), Ignacio Ruiz Leal, de 47 años, hasta el barranco por el que discurre el arroyo La Dehesa. La última víctima mortal es el pastor Santiago Lacruz, de 58 años, alcanzado ayer por un rayo en la localidad de Burbáguena (Teruel). La descarga mató también a su perro y a 17 ovejas.

El temporal provocó ayer serios problemas en Cataluña. En Barcelona causó cortes de carreteras y vías férreas y, a lo largo de la mañana, cerca de 22.000 abonados de toda Cataluña sufrieron cortes en el suministro eléctrico. La línea 4 del metro de Barcelona también estuvo cortada parcialmente al inundarse los túneles. El aeropuerto de El Prat se vio afectado y numerosas calles de la capital se anegaron.

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