Tribuna:

Mundialización

La Bolsa de Nueva York hizo fiesta ayer lunes y dejó sin referencias al resto de los mercados de valores. Los inversores españoles permanecieron ociosos la mayor parte del tiempo, salvo los profesionales del arbitraje, y se preguntaban por qué el mercado español, ahora que apenas celebra fiesta alguna, no adopta el calendario de Estados Unidos y así la inercia y la contratación estarían garantizadas.

La contratación en el mercado continuo rozó el mínimo anual, pero un discreto acelerón de última hora elevó la cifra final hasta los 78.128 millones de pesetas, 469, 56 millones de euros, q...

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La Bolsa de Nueva York hizo fiesta ayer lunes y dejó sin referencias al resto de los mercados de valores. Los inversores españoles permanecieron ociosos la mayor parte del tiempo, salvo los profesionales del arbitraje, y se preguntaban por qué el mercado español, ahora que apenas celebra fiesta alguna, no adopta el calendario de Estados Unidos y así la inercia y la contratación estarían garantizadas.

La contratación en el mercado continuo rozó el mínimo anual, pero un discreto acelerón de última hora elevó la cifra final hasta los 78.128 millones de pesetas, 469, 56 millones de euros, que de todas formas es uno de los registros más bajos del año.

El comportamiento del resto de los mercados europeos fue muy dispar, con una ganancia de 0, 11 puntos en París —casi una repetición—, y avances del 0,69%, en Londres y del 1, 21% en Francfort. Los inversores alemanes parecían celebrar el revés electoral del partido que controla el Gobierno.

Los inversores españoles intentaron durante una buena parte de la sesión seguir el ritmo de las otras bolsas europeas, pero poco antes de concluir la sesión se retiraron beneficios y las ganancias se redujeron drásticamente. La volatilidad de los últimos días se está traduciendo en comportamientos muy rápidos y apoyados casi siempre en el arbitraje, de ahí que la contratación tienda a acumularse cada vez más en muy pocos valores.

El mercado de deuda se mantuvo muy estable durante toda la jornada y la rentabilidad a 10 años terminó en el 5, 18%, . 23 centésimas por encima del bono alemán.

Después de esta jornada en la que la mundialización de los mercados, entendida como dependencia de Wall Street, se ha manifestado en todo su vigor, apenas hay referencias para el comportamiento de los próximos días, aunque el precio de los contratos de futuros sobre el Ibex 35 para el mes de septiembre cerraba más de 12 puntos por debajo del Ibex 35, el precio de contado.

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