La superficie quemada en 1999 es mayor a la que había hace 10 años

VIENE DE LA PÁGINA 1 En la campaña electoral, el PP consagró estos resultados a su buena política de gestión en la extinción de incendios, mientras que la oposición, al unísono, criticaba el "triunfalismo" popular por obviar las óptimas condiciones meteorológicas (lluvias, humedad, temperaturas y vientos) que había gozado la Comunidad en ese periodo. Para PSPV y EU esos elementos, conjurados para mal, pueden convertir las sierras en un infierno. Y el clima había resultado estadísticamente benévolo esos cuatro años. Lejos de calmarse, el rifirrafe electoral ha proseguido durante el verano a m...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 En la campaña electoral, el PP consagró estos resultados a su buena política de gestión en la extinción de incendios, mientras que la oposición, al unísono, criticaba el "triunfalismo" popular por obviar las óptimas condiciones meteorológicas (lluvias, humedad, temperaturas y vientos) que había gozado la Comunidad en ese periodo. Para PSPV y EU esos elementos, conjurados para mal, pueden convertir las sierras en un infierno. Y el clima había resultado estadísticamente benévolo esos cuatro años. Lejos de calmarse, el rifirrafe electoral ha proseguido durante el verano a medida que se sumaban incendios y hectareas arrasadas por el fuego. Antes del "criminal atentado" del parque natural del Montgó, como lo definió el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, a lo largo de 1999 ya se habían perdido 1.663 hectáreas. A las 495 hectáreas socarradas en el espacio protegido hubo que sumar las 2.500 de sierra de Enguera (también quemadas a mediados de agosto, pero en este caso por una negligencia). Una cifra demasiado redondeada. El último gran incendio, el del Cabeçó d"Or, en Xixona, se llevó oficialmente otras redondas 400. En total 5.058. Sin embargo la oposición acusa al Consell de maquillar y ocultar las cifra y cifran el incendio de Enguera en más de 3.500 hectáreas y el del Cabeçó en más de 700. De ser cierto, 1999 ya supera a todo el cuatrienio anterior. Lectura de gráficas Es más, el PP se ha empeñado en medir sus éxitos por legislaturas y no por años, quizá para evitar que salgan a la luz años socialistas tan brillantes como los suyos. Así, en todas las gráficas mostradas por los populares se aglutinan los años de cuatro en cuatro (aunque las formaciones de Gobierno hayan sido a mitad de año) para destacar la gran diferencia con sus resultados. Sin embargo, cifras parejas e incluso mejores a las de estos años ya se han visto muchas veces, y en tiempos en los que la inversión en las tareas de prevención y extinción eran decenas de veces inferiores. Así, apenas hace una década, el PSPV saldaba 1987 con 5.720 hectáreas, una superficie que este año puede haberse superado ya. Pero aún mejores fueron los dos años siguientes: 1988 (con 2.707 hectáreas) y 1989 (1.524). Pero aquel cuatrienio se estropeó en 1990, cuando ardieron con 27.554. Y, evidentemente, al Consell le luce más la gráfica si sólo pone la suma (35.947) del periodo 1987-1986. Y no sólo con el PSPV. En periodos predemocráticos, ya había años (con ritmos casi cíclicos) con "gran eficacia" en la lucha contra los incendios: En 1971 ardieron 5.571 hectáreas. En 1972, sólo 1.271, y al año siguiente, 4.659. La Transición también arrancó con buen pie: tres años con cifras inferiores a las 10.000 hectáreas. Y entre medias, siempre años malos y años catastróficos (como 1978 y 1979, con 75.000 y 90.000 hectáreas respectivamente). Por eso, la oposición advirtió el viernes en las Cortes al PP que no se durmiera en los laureles. "El que juega con fuego se quema", avisó el portavoz de EU, Joan Ribó, tras recordar que hay muchas maneras de leer estadísticas.

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