Pujol: "Yo ya no subiré al Mont Blanc"

La noche del pasado sábado supuso para el presidente de la Generalitat y de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, su reaparición pública tras las vacaciones, y lo hizo con un baño de multitudes. Casi medio millar de militantes y simpatizantes, tanto de Convergència como de Unió, se dieron cita en Ripoll para celebrar la 19ª Cena con el Presidente, un acto que Pujol organiza todos los años para despedir sus vacaciones en el Ripollès. Como reconoció él mismo, la cena de este año tenía "algo especial", puesto que representaba el disparo de salida para una campaña que culminará en la noche del...

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La noche del pasado sábado supuso para el presidente de la Generalitat y de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, su reaparición pública tras las vacaciones, y lo hizo con un baño de multitudes. Casi medio millar de militantes y simpatizantes, tanto de Convergència como de Unió, se dieron cita en Ripoll para celebrar la 19ª Cena con el Presidente, un acto que Pujol organiza todos los años para despedir sus vacaciones en el Ripollès. Como reconoció él mismo, la cena de este año tenía "algo especial", puesto que representaba el disparo de salida para una campaña que culminará en la noche del 17 de octubre, tras los resultados electorales. El que en otros años fue un acto al que se limitaban a asistir los cargos del partido que preside Pujol en el Ripollès y en las comarcas vecinas, se convirtió esta vez en una fiesta de afirmación. A la cena de este año asistieron casi 500 comensales llegados de zonas tan alejadas de Ripoll como las comarcas del Garraf y el Maresme. Varios militantes ampurdaneses incluso alquilaron un pequeño autobús para llegar hasta Ripoll. Pastel con forma de Aneto Todo este movimiento se montó, según dijo uno de los empresarios asistentes al acto, porque los del Ripollès ya están "un poco hartos de estos tinglados". Asimismo, aseguró que el teléfono de Convergència en Ripoll no había dejado de sonar durante toda la semana para conseguir llenar el salón del hotel en el que se celebró el encuentro. Al final de la cena, un grupo de empresarios de la comarca obsequió a Pujol con un gran pastel de chocolate con la forma de la cima del Aneto, pico desde el que el presidente convocó las elecciones hace una semana. En el pastel se podía leer: 17 d"octubre. Farem el cim. El público asistente aplaudió el regalo y Pujol aprovechó la oportunidad para destacar la simbología de su ascensión a la montaña más alta del Pirineo. "En los próximos años tenemos que situar Cataluña, no en el Aneto, sino en la cima del Mont Blanc, que es el techo de Europa". Pese a esta declaración, Pujol quiso tranquilizar a los presentes aclarando: "Al Mont Blanc ya no subiré con vosotros". El primer mitin de Pujol en esta precampaña incluyó duras críticas tanto para los socialistas como para el PP. Sobre los dirigentes de este último partido insistió en que "coinciden mucho con Maragall y, de hecho, Vidal-Quadras lo ha apoyado en más de una ocasión". Además, auguró que "la parte más anticatalanista del PP podría votar socialista, ya que para todos ellos su gran obstáculo es CiU". En un discurso de tono marcadamente aleccionador, Pujol pidió a sus militantes que defiendan su condición de "progresistas", ya que, dijo, "ser progresista significa, por ejemplo, haber impulsado la supresión del servicio militar". Las críticas hacia el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, volvieron a centrarse en el tipo de campaña que está llevando a cabo. "No hace falta tanto bla, bla, bla, ni tantas vaguedades, ni utilizar palabras que nadie sabe qué significan", le recriminó Pujol. También en referencia a la candidatura socialista, tildó el programa del candidato de "reductor y disminuidor". Después de atacar a su oponente, Pujol contestó a las críticas de quienes acusan a CiU de respetar poco la pluralidad de Cataluña. En su discurso, aseguró: "Hemos hecho una política integradora de magrebíes, de negros, de gitanos, y también de las clases marginales que viven en Cataluña desde hace muchos años". En la conferencia de prensa previa a la cena, Pujol se había negado a analizar el programa de actos que el Departamento de Bienestar Social ha preparado para celebrar el Día Internacinal de la Gente Mayor el próximo 1 de octubre. El acto incluye un festival para 16.500 jubilados en el Palau Sant Jordi de Montjuïc. Esta fiesta, que toda la oposición atribuye a intereses partidistas de CiU, fue defendida de nuevo por el presidente de la Generalitat, quien insistió en que "no ha sido propuesta por el consejero Comas, sino por la ONU".

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