Tribuna:

Interés por la banca

Los esfuerzos de unos cuantos valores aislados no consiguieron que el mercado español superara el mal ambiente que dominaba el conjunto de las bolsas.El dato del déficit comercial de Estados Unidos del mes de junio superó todas las previsiones y provocó una caída en todos los productos financieros relacionados con el dólar, incluyendo a la propia moneda. Wall Street llegaba a perder más de 100 puntos a pocos minutos de la apertura y arrastró al conjunto de las bolsas europeas, con excepción de la española, en la que los valores bancarios y algunas empresas medianas presentaron cierta oposición...

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Los esfuerzos de unos cuantos valores aislados no consiguieron que el mercado español superara el mal ambiente que dominaba el conjunto de las bolsas.El dato del déficit comercial de Estados Unidos del mes de junio superó todas las previsiones y provocó una caída en todos los productos financieros relacionados con el dólar, incluyendo a la propia moneda. Wall Street llegaba a perder más de 100 puntos a pocos minutos de la apertura y arrastró al conjunto de las bolsas europeas, con excepción de la española, en la que los valores bancarios y algunas empresas medianas presentaron cierta oposición. La Bolsa de Nueva York cerró con un retroceso de 27,50 puntos (0,25%), para quedar en 10.963,80.

El ambiente creado en torno a la banca después de las últimas fusiones ha vuelto a calentar la imaginación de la inversión a corto plazo, que ve en cualquier entidad española una buena ocasión para hacer un negocio redondo. Algunos informes sobre el sector, aludiendo a su saneada situación financiera, han conseguido convencer al mercado de que todo es posible, incluso lo que se niega. La situación se habría redondeado con un volumen de contratación que indicara ese interés de los inversores por los valores bancarios, pero el conjunto del mercado continuo volvió a quedarse en 82.512 millones de pesetas efectivas, 495,90 millones de euros, que sólo muestran el trasiego del arbitraje un día antes del vencimiento de los contratos de futuros de agosto.

El euro se vio beneficiado por la debilidad del dólar y pasó de un cambio de 1,0460 dólares a las nueve de la mañana a 1,0640 a media tarde. El cambio oficial del BCE fue el mismo del día anterior, 1,0517 dólares por euro.

En el mercado de divisas se esperaba la inmediata intervención conjunta del Banco de Japón y de la Reserva Federal de Estados Unidos comprando dólares contra yenes, aunque a este último país le interesa un dólar más débil durante una temporada para frenar sus compras externas.

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