Fotonoticia:

PANTANO DE SEQUÍA

La abrupta orilla del pantano de el Atazar, alimentado por el río Lozoya, se ha convertido en un térmometro inesperado de la sequía. Cada día que pasa sin llover, su extensión crece y muestra la envergadura del aún incipiente problema. Este embalse albergaba ayer 236,7 hectómetros cúbicos de agua, estaba a un 53,38% de su capacidad....

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La abrupta orilla del pantano de el Atazar, alimentado por el río Lozoya, se ha convertido en un térmometro inesperado de la sequía. Cada día que pasa sin llover, su extensión crece y muestra la envergadura del aún incipiente problema. Este embalse albergaba ayer 236,7 hectómetros cúbicos de agua, estaba a un 53,38% de su capacidad.

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