Los vecinos de Vicálvaro, en contra del nuevo asentamiento

La asociación de vecinos de Vicálvaro se ha reunido con responsables institucionales para mostrar su rechazo a la construcción de uno de los campamentos en su distrito. Amenazan con posibles movilizaciones, aunque aún no han convocado ninguna. Pese a que el futuro poblado de Vicálvaro estará aislado y alejado del centro urbano, la asociación rechaza su presencia y la considera "un castigo". Señala que el nuevo asentamiento aumentará los problemas de marginación en un distrito en el que ya existe un poblado de realojamiento de chabolistas gitanos, con 110 familias, y donde se han adquirido ...

La asociación de vecinos de Vicálvaro se ha reunido con responsables institucionales para mostrar su rechazo a la construcción de uno de los campamentos en su distrito. Amenazan con posibles movilizaciones, aunque aún no han convocado ninguna. Pese a que el futuro poblado de Vicálvaro estará aislado y alejado del centro urbano, la asociación rechaza su presencia y la considera "un castigo". Señala que el nuevo asentamiento aumentará los problemas de marginación en un distrito en el que ya existe un poblado de realojamiento de chabolistas gitanos, con 110 familias, y donde se han adquirido 58 viviendas en los últimos cuatro años para alojar a población que vive en favelas.Mientras, los rumanos siguen esperando en el camino de San Roque, en Fuencarral, pero ya no son los 355 (195 adultos y 160 menores) que contabilizó el censo efectuado a finales de julio por miembros de Cruz Roja, sino alrededor de 400, según fuentes de la misma organización citadas por la agencia Efe. En el camino de San Roque, son pocos los inmigrantes rumanos que pasan allí el día, puesto que las mujeres se van a vender el periódico La Farola a semáforos de la zona norte de Madrid, y es por la noche cuando, tanto hombres como mujeres y niños, se reúnen alrededor de sus furgonetas.

La Policía Municipal vigila día y noche los coches y furgonetas que entran y salen del asentamiento, para no dejar pasar a los que no estén censados ni a los que permanecen fuera del poblado durante tres días o más.