Una boda sin baile

Susana Blanco y Pedro Carvajal celebraban la madrugada del sábado su boda. Al iniciar el baile, la luz se fue. Creyeron que se había producido un apagón momentáneo, como les informó el maître del hotel Puerta del Sol. Sin embargo, el tiempo pasaba y los invitados no podían bailar. A las dos horas se marcharon a otra sala. Ayer pasaron por la oficina de Unión Fenosa en la calle de Goya, 36, para reclamar. "Nos enfadamos mucho porque nos fastidiaron la boda, pero es algo imprevisible. Aquí, la verdad es que nos han tratado muy bien", dijeron. Un vecino de la calle del Doctor Esquerdo también re...

Susana Blanco y Pedro Carvajal celebraban la madrugada del sábado su boda. Al iniciar el baile, la luz se fue. Creyeron que se había producido un apagón momentáneo, como les informó el maître del hotel Puerta del Sol. Sin embargo, el tiempo pasaba y los invitados no podían bailar. A las dos horas se marcharon a otra sala. Ayer pasaron por la oficina de Unión Fenosa en la calle de Goya, 36, para reclamar. "Nos enfadamos mucho porque nos fastidiaron la boda, pero es algo imprevisible. Aquí, la verdad es que nos han tratado muy bien", dijeron. Un vecino de la calle del Doctor Esquerdo también reclamaba por un caso nupcial. Afirmaba que en su casa, una portería, iba a celebrar la boda de su hijo con 60 comensales. Pedía que le pagaran los víveres estropeados y la factura del restaurante. "Es raro que entre tanta gente en una portería. Lo comprobaremos", señaló una responsable de Unión Fenosa. La compañía dispuso un mostrador para las industrias y comercios. Hasta allí se acercó Amador Alonso, el dueño de un ultramarinos de Méndez Álvaro. "La avería me hizo perder unas 160.000 pesetas en género y ventas. Las pelearé hasta el final", aseguró Alonso. Unión Fenosa afirma que no indemniza el dinero que se dejó de ingresar por el accidente, aunque anunció que estudiará cada caso.