La diputada socialista de Melilla medita ahora si dar marcha atrás en su renuncia

El primer pleno ordinario de la nueva Asamblea de la ciudad autónoma de Melilla se celebrará hoy con la incógnita de si la diputada socialista Malika Mohamed renunciará definitivamente a su escaño o no lo hará. De su decisión depende la posibilidad de que la oposición cuente o no con mayoría absoluta para poder presentar una moción de censura contra el alcalde-presidente, Mustafa Aberchan, de Coalición por Melilla (CM), que gobierna en minoría con el Grupo Independiente Liberal (GIL). El principal punto del orden del día del pleno es precisamente el de la formalización de la renuncia a sus ac...

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El primer pleno ordinario de la nueva Asamblea de la ciudad autónoma de Melilla se celebrará hoy con la incógnita de si la diputada socialista Malika Mohamed renunciará definitivamente a su escaño o no lo hará. De su decisión depende la posibilidad de que la oposición cuente o no con mayoría absoluta para poder presentar una moción de censura contra el alcalde-presidente, Mustafa Aberchan, de Coalición por Melilla (CM), que gobierna en minoría con el Grupo Independiente Liberal (GIL). El principal punto del orden del día del pleno es precisamente el de la formalización de la renuncia a sus actas por parte de los dos ediles socialistas, Malika Mohamed y Román Dobaño, quienes el pasado 9 de julio presentaron su dimisión en la secretaría de la Asamblea a instancias de la dirección federal del PSOE. Pero Mohamed reconsidera ahora su dimisión, de la que dice que nunca estuvo convencida y que presentó "por orden" de Ramón Jáuregui, secretario socialista de Política Autonómica. Mohamed reconoció ayer que aún no tiene tomada una determinación y que iba a pasar "toda la noche" meditándola. Asimismo, acusó a los partidos de la oposición que pretenden presentar una moción de censura contra Aberchan de "no hacer política, sino de defender sólo sus intereses particulares y de buscar la poltrona", y consideró que, si mantiene el escaño, podrá aportar su grano de arena "para que no roben ni manipulen tanto". La edil socialista negó haber recibido presiones de Aberchan como ha afirmado el ex alcalde-presidente, Enrique Palacios, del Partido Independiente de Melilla (PIM), y aseguró que, si finalmente sigue en su puesto, no entrará en el Gobierno, sino que se limitará a apoyar "todos los proyectos positivos para la ciudad". "Yo no quiero vivir de la política y, por tanto, no voy a ser consejera", dijo. Baja como militante Mohamed anunció que hoy pedirá su baja, eso sí, como militante del PSOE, partido del que dijo sentirse "muy decepcionada", por lo que si continuase en la Asamblea lo haría en el Grupo Mixto. "Seguiré defendiendo mis principios socialistas. Por ellos fue por los que voté la investidura de Aberchan. Desde luego, ahora no cometería la incoherencia de firmar una moción de censura contra él", explicó. La oposición considera que no existen posibilidades legales para que Mohamed pueda mantener su escaño. El presidente de la Unión del Pueblo Melillense, Juan José Imbroda, aseguró ayer que existe una sentencia del Tribunal Constitucional en la que se determina que la renuncia a los escaños "produce plena eficacia con su presentación en la secretaría del Ayuntamiento, sin necesidad de la aceptación por el pleno" municipal. Los dos diputados socialistas de Melilla fueron expedientados por incumplir el pacto de investidura que el PSOE había suscrito con el PP y con las formaciones localistas PIM y UPM para investir como presidente al candidato de esta última formación, Imbroda. Con ese acuerdo se pretendía impedir que la presidencia fuera para Crispín Lozano, el candidato del GIL, el partido más votado en las urnas. Sin embargo, Dobaño y Mohamed incumplieron la orden de su dirección federal y dieron su voto a Aberchan, que también recibió los de los siete diputados gilistas. Los partidos de la oposición ya han alcanzado un principio de acuerdo para una moción de censura contra Aberchan una vez que se formalice ante el pleno la renuncia de los dos diputados socialistas y tomen posesión sus sustitutos. Pero, si finalmente Mohamed decide mantener su escaño, ya no contarían con votos suficientes para hacerla prosperar. Por eso han acusado también al presidente de demorar la convocatoria del primer pleno de la Asamblea para ganar tiempo y poder "comprar" la voluntad de algún diputado que le garantice la mayoría absoluta. En los últimos días, Palacios ha sugerido como alternativa la formación de un posible gobierno tripartito con el GIL y la UPM, aunque esta última formación mantiene su absoluta negativa a colaborar con el partido que preside Jesús Gil.

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