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Ni la generación de los Buscató, Brabender y Luyk, ni la de los Epi, Corbalán, Solozábal, Romay a la luego se añadieron Jiménez y el malogrado Fernando Martín, ni por supuesto, las actuales figuras del baloncesto español con Herreros, Reyes, Dueñas o De Miguel, han logrado jamás lo que los chavales que dirige Carlos Sainz de Aja. No sólo el Mundial, tampoco el Europeo júnior ni tampoco el torneo de Manheim. Nunca nadie en la historia del baloncesto español había coleccionado las medallas de oro como el grupo que tocó el cielo ayer en Lisboa. En edad de merecer, ya había constituido todo un éxi...

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Ni la generación de los Buscató, Brabender y Luyk, ni la de los Epi, Corbalán, Solozábal, Romay a la luego se añadieron Jiménez y el malogrado Fernando Martín, ni por supuesto, las actuales figuras del baloncesto español con Herreros, Reyes, Dueñas o De Miguel, han logrado jamás lo que los chavales que dirige Carlos Sainz de Aja. No sólo el Mundial, tampoco el Europeo júnior ni tampoco el torneo de Manheim. Nunca nadie en la historia del baloncesto español había coleccionado las medallas de oro como el grupo que tocó el cielo ayer en Lisboa. En edad de merecer, ya había constituido todo un éxito para la quinta de Epi el bronce en el Europeo júnior de 1976. Siendo un éxito, tantas veces se quedó aquella generación con la medalla de plata: Europeo de 1983, Juegos Olímpicos de 1984 al igual que le había pasado hasta ahora a las mejores selecciones españolas (plata también en los Europeos de 1935, 1973 y 1999).La que ayer concluyó fue la sexta edición del Mundial júnior. Lo máximo que había logrado España había sido un tercer puesto, precisamente en la quinta edición, hace cuatro años en Grecia donde ganó el equipo anfitrión. El resto de los títulos habían sido en cuatro ocasiones para Estados Unidos y en 1987 para Yugoslavia.

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Son más conocidos, mucho más, los equipos a los que pertenecen, que ellos mismos. Pero a partir de ahora sus nombres van a cotizarse como los que más. Son estos: Raúl López (Pinturas Bruguer, 19 años, el base y capitán de la selección) y Juan Carlos Navarro (Barcelona, 19 años, conocido como la bomba, empezó a jugar como base pero se está asentando como escolta, fue elegido mejor jugador de la final y fue incluido en el quinteto ideal del Mundial). López y Navarro son prácticamente los únicos que han dispuesto de algunos minutos en la Liga ACB. Más: Felipe Reyes (Estudiantes, 19 años. Es el hermano del internacional Alfonso Reyes y uno de los jugadores con mayor capacidad para anotar y capturar rebotes por un igual), Germán Gabriel (Unicaja, 18 años, pívot de 2,07 metros), Pau Gasol (Barcelona, 19 años, un pívot de 2,08 metros al que sólo le falta ganar algo más de envergadura para consolidarse entre los grandes), Antonio Bueno (Real Madrid, 18 años, pívot que la próxima temporada va a disponer probablemente de más minutos con el Fuenlabrada), Francisco Cabeza (Barcelona, el benjamín de la selección con 17 años, alero de 2,00 metros), Carlos Cabezas (Unicaja, 18 años, base de 1,86 metros con un excelente tiro exterior), Berni Rodríguez (Unicaja, escolta de 1,97 metros), Souleyman Dramec (Pinturas Bruguer, alero de 2,00 metros y 19 años -de ascendencia nigeriana y senegalesa- con unas portentosas facultades atléticas), Julio González (León, base de 1,95 metros y 18 años, junto a Cabeza ha sido la única novedad del grupo respecto al Europeo del año pasado ocupando los puestos de los lesionados Calderón, del Tau, y López Valera, del Madrid) y Félix Herráiz (Pamesa, 19 años, pívot de 2,02 metros). La historia de los Mundiales júnior ha dado a conocer a jugadores del talento de Sabonis, Kukoc, Divac, Radja, Djordjevic y Rentzias, entre otros.

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