CICLISMO Tour

¿El mejor abulense o el mejor joven?

Francisco Tomás García, Curro, para abreviar y porque así le llaman sus compañeros en el pelotón y su gente de Sotillo de la Adrada (Ávila) se ha convertido en un par de días en una presencia habitual en las pantallas en cuanto la carretera se empina. Parece un hombre salido de ninguna parte con su barba de tres días que protege su cutis de irritaciones y con su aire de estar pidiendo disculpas a mucha gente por haberse equivocado. "Qué razón tiene Mínguez cuando me echa broncas", asume un hombre que no es blando, sino duro como el pedernal. "La última fue el otro día, cuando me caí en la prim...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Francisco Tomás García, Curro, para abreviar y porque así le llaman sus compañeros en el pelotón y su gente de Sotillo de la Adrada (Ávila) se ha convertido en un par de días en una presencia habitual en las pantallas en cuanto la carretera se empina. Parece un hombre salido de ninguna parte con su barba de tres días que protege su cutis de irritaciones y con su aire de estar pidiendo disculpas a mucha gente por haberse equivocado. "Qué razón tiene Mínguez cuando me echa broncas", asume un hombre que no es blando, sino duro como el pedernal. "La última fue el otro día, cuando me caí en la primera etapa que ganó Etxebarria. La verdad es que no se puede ir distraído". Todos los días, Curro, de la escuela de Víctor Sastre en El Barraco, del grupo de Jiménez y compañía de emuladores de Ángel Arroyo, mira una clasificación especial que se entrega a los equipos. No es, aunque podría serlo, la clasificación de primer abulense. Es la clasificación del mejor joven. Su gran ilusión en el primer Tour que está a punto de terminar. Y Curro, de 23 años, marcha tercero, detrás de gente mucho más experta en estas lides. Detrás de Benoit Salmon, un francés de 25 años que ya tiene un palmarés establecido y que es el líder del equipo Casino; y detrás de Mario Aerts, a sus 24 años, otra de las grandes esperanzas del ciclismo belga. Y tercero, Curro. Curiosamente, el último español que ganó el premio de los jóvenes corría también en el equipo de Mínguez: fue Antonio Martín, en 1993. "Pero Mínguez tiene razón", repite Curro. "Me queda mucho por aprender. Sólo tengo errores. Quizás es porque empecé tarde, a los 18 años, a andar en bicicleta". Y curiosamente, el cuarto en la clasificación de jóvenes también es de Ávila, aunque de otro pueblo, Navaluenga, y también ha salido de la escuela de Sastre, un tipo que el otro día le dijo a Curro: "Si me dan a elegir entre un millón de pesetas y verte lucirte en el Tour, me quedo con lo segundo". Todos los días, Francisco Mancebo en bromas habla con Curro de apostarse algo por a ver quién termina como primero de Ávila. Una competición que pasó a segundo plano para el corredor de Banesto el día en que el médico, en bromas, le dijo: "Bien, Paco, has hecho un gran Tour, pero hemos decidido que te bajes antes de la última semana. Queremos cuidarte bien y es mejor que te ahorres el último esfuerzo". Era en bromas, pero Mancebo, de la raza rebelde, respondió como un rayo: "Y una... me voy a bajar yo".

Más información

Sobre la firma

Archivado En