Tribuna

Llamaradas desde el asfalto

Ha sido una etapa larga, la más larga del Tour, una etapa de ésas que nos van a pasar factura dentro de pocos días. Etapas que son de las que van limando poco a poco las fuerzas de cada uno. Y encima el calor. Al principio, no. Al principio, cuando estábamos un poco más altos, era hasta agradable. Corría el aire e íbamos por la umbría. Pero según nos acercábamos al mediodía y también bajábamos de altura, y nos metíamos más en el interior mientras el sol subía, empezamos a sudar de verdad. Cuando salíamos de los bosques era como si el asfalto soltara una llamarada que nos abrasaba.

Sal...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ha sido una etapa larga, la más larga del Tour, una etapa de ésas que nos van a pasar factura dentro de pocos días. Etapas que son de las que van limando poco a poco las fuerzas de cada uno. Y encima el calor. Al principio, no. Al principio, cuando estábamos un poco más altos, era hasta agradable. Corría el aire e íbamos por la umbría. Pero según nos acercábamos al mediodía y también bajábamos de altura, y nos metíamos más en el interior mientras el sol subía, empezamos a sudar de verdad. Cuando salíamos de los bosques era como si el asfalto soltara una llamarada que nos abrasaba.

Salimos ya sabiendo que estos días son así, que ningún equipo va a tener fuerzas para controlar él solo y que el corte se haría en cualquier momento. Esta vez se hizo casi a la primera y ha valido para toda la jornada. Nosotros hemos metido a dos, lo que nos ha dado calma y tranquilidad. Nada, y estamos aquí animando a Txente, que nos ha llegado hecho polvo. Después de hacer el esfuerzo y meterse en corte final con los dos italianos, problemas musculares le han hecho desistir. Pero que sepa que le tenemos que dar las gracias, y que por él y Peña ahí estamos, casi líderes por equipos.

He estado calculando un poquito, y creo que cada corredor nos habremos bebido entre 16 y 20 bidones de medio litro cada uno. Y teniendo en cuenta que habremos perdido un par de kilos de media, y que hemos desayunado y comido bien en carrera, hagan ustedes cuentas y verán cuánto hemos sudado, evaporado y quemado en estas seis horas de bicicleta a 40 grados a la sombra. Y a 40 por hora.

Archivado En