Tribuna

Días de mucho, vísperas de poco

Aquí estoy, en la mesa del masaje. Está bien claro, días de mucho, vísperas de poco. Bueno, no tan exagerado, pero el cuerpo ha notado la paliza del día anterior. Además, la etapa de hoy se las traía. La salida ha sido tranquila. Todos sabíamos que bastante tendríamos con llegar a la meta. Así subimos el Mont Cenis, el primer puerto hors catégory del día, a ritmo, pero con el aire de cara, sudando a gusto. Me coloqué en los primeros puestos y vi la oportunidad para meterme en los puntos, arranqué detrás del ruso Konishev, Virenque y otros, pero Piccoli se me abrió y ahí me quedé, con u...

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Aquí estoy, en la mesa del masaje. Está bien claro, días de mucho, vísperas de poco. Bueno, no tan exagerado, pero el cuerpo ha notado la paliza del día anterior. Además, la etapa de hoy se las traía. La salida ha sido tranquila. Todos sabíamos que bastante tendríamos con llegar a la meta. Así subimos el Mont Cenis, el primer puerto hors catégory del día, a ritmo, pero con el aire de cara, sudando a gusto. Me coloqué en los primeros puestos y vi la oportunidad para meterme en los puntos, arranqué detrás del ruso Konishev, Virenque y otros, pero Piccoli se me abrió y ahí me quedé, con un buen hueco delante y el viento de cara.

En el descenso del puerto, Heulot y Bourguignon, que lo tenían planeado para convertirse en los héroes de la fiesta nacional francesa , se escaparon. Se les ha dejado hacer hasta el pie de la Croix de Fer. Allí los del US Postal, el equipo del líder Armstrong, pusieron un ritmo curioso y yo ya me di cuenta de que las piernas no eran las mismas que el día anterior. Bueno, sí que eran las mismas, pero no andaban igual.

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Pensé que para mantenerme sin más en el grupo iba a tener que desgastarme mucho, que iba a acusar ese esfuerzo, y me quedé con un grupito que iba a otro ritmo. Y así subimos, oyendo por la radio a Eusebio contarnos que por delante la cosa iba bien. Bajando, alcanzamos a Jaimerena, que iba en el coche tras el grupo de Txente , y yo y Jon Odriozola le pedimos agua.

Subimos Alpe d"Huez a nuestro ritmo, escuchando a Eusebio Unzue relatar la subida que en esos momentos estaba haciendo Beltrán y lo bien que iba Zülle. Peña se fue con un grupo delante y yo me quedé con Navas, Txente y Jon. Luego nos juntamos con otro grupo, en el que iba Belli. Y más tranquilos, tratando de recuperar. Y al llegar, la alegría de aber que Zülle ya está en el cajón y que tiene pinta de seguir subiendo.

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