GENTE

ROMANCE EX SECRETO

El romance del verano en Alemania tiene como protagonistas a una pareja entrada en años y con las cuentas bancarias bien saneadas: el directivo del Deutsche Bank Hillmar Kooper, y la viuda de Willy Brandt, que han hecho pública una relación secreta de años. Todo comenzó cuando Hillmar anunció a su mujer de toda la vida, Irene, que necesitaba independencia, "vivir solo y no cenar por las noches cuando no quiero cenar", según recogió el fin de semana el diario sensacionalista Bild, el periódico de más tirada en Europa. Pero muy pronto se descubrió que el deseo de libertad e ...

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El romance del verano en Alemania tiene como protagonistas a una pareja entrada en años y con las cuentas bancarias bien saneadas: el directivo del Deutsche Bank Hillmar Kooper, y la viuda de Willy Brandt, que han hecho pública una relación secreta de años. Todo comenzó cuando Hillmar anunció a su mujer de toda la vida, Irene, que necesitaba independencia, "vivir solo y no cenar por las noches cuando no quiero cenar", según recogió el fin de semana el diario sensacionalista Bild, el periódico de más tirada en Europa. Pero muy pronto se descubrió que el deseo de libertad e independencia no fue el único motivo que impulsó al presidente del consejo de vigilancia de la entidad bancaria más potente de Alemania a romper un matrimonio de 38 años. La prensa de ayer, lunes, se hacía eco de los verdaderos motivos del banquero: Kooper mantiene desde hace varios años una relación extramatrimonial con Brigitte Seebacher-Brandt. Entre los allegados de la pareja, la relación de Kooper y Seebacher-Brandt era ya un secreto a voces, pues hacía tiempo que el banquero sólo pasaba por su domicilio conyugal de visita. Fue la propia Brigitte Seebacher-Brandt quien reconoció públicamente la relación sentimental que mantiene con su actual jefe. La historia no es nueva para Brigitte, quien conoció y enamoró a Willy Brandt, fallecido en 1992, cuando escribía discursos para él. Ella fue, también en ese caso, la causa del divorcio de Brandt, tras el cual se convirtió en su tercera esposa. Mientras tanto, Irene Kooper, de 63 años, ya conocía la relación y en las escasas declaraciones que ha hecho ha asegurado que se encuentra bien y que no se siente sola, porque, aunque se haya marchado su marido, sigue teniendo a su perro, que casualmente se llama Willy.- ,

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