Cuatro bebés deshidratados

Cuatro de los bebés rumanos que acamparon en el parque Norte de Fuencarral bajo los cuidados de sus familias tuvieron que ser hospitalizados a primera hora de ayer en el hospital de La Paz. Sufrían síntomas de deshidratación e insolación. Fueron tratados, curados y dados de alta esa misma mañana. Uno de los bebés hospitalizados enfermó después de que desmantelaran el poblado. Había estado con su familia vagando por Madrid hasta que localizaron al resto de rumanos que habían sido desalojados y se reunieron con ellos. La cara del bebé amaneció ayer de un fuerte color rojo y completamente hincha...

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Cuatro de los bebés rumanos que acamparon en el parque Norte de Fuencarral bajo los cuidados de sus familias tuvieron que ser hospitalizados a primera hora de ayer en el hospital de La Paz. Sufrían síntomas de deshidratación e insolación. Fueron tratados, curados y dados de alta esa misma mañana. Uno de los bebés hospitalizados enfermó después de que desmantelaran el poblado. Había estado con su familia vagando por Madrid hasta que localizaron al resto de rumanos que habían sido desalojados y se reunieron con ellos. La cara del bebé amaneció ayer de un fuerte color rojo y completamente hinchada, tanto que le cerraba los ojos. Su madre le tenía a cubierto, bajo una manta y la sombra que proporcionaba uno de los árboles del parque.

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En otro rincón del parque, Busioc Laurenta, de 22 años, madre de un bebé de un mes, no podía dar de mamar a su pequeño. "No tiene leche en el pecho porque, con tanto movimiento, apenas ha comido estos días", explicó su marido, Sever Vaduva, de 22 años. El niño había sido operado del "culito", según palabras del padre. El bebé fue intervenido en el servicio de neonatología del hospital La Paz el pasado 19 junio por una atresia de ano y una fístula en el recto perineal. El día 9 de agosto tiene que pasar una revisión médica para ver si evoluciona favorablemente.

El servicio municipal de urgencias, Samur, llegó al parque para cubrir las emergencias hacia las 14.30, es decir, horas después de que éstas sucedieran (las únicas destacables fueron las de los cuatro bebés). De hecho, los casi 80 niños rumanos han sido los que peor han llevado la acampada en el parque. En la madrugada de ayer pasaron mucho frío. Las familias se apiñaban entre ellos para darse calor mutuamente y envolvían a varios niños juntos en una sola mantas. Para darse calor.

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