Tribuna:CORRESPONSAL EN EL PELOTÓN

Volando vamos

CICLISMO: TourLa primera etapa Tour Tour, des ésas en las que se arranca de salida y no se para hasta al final. Y si, como camino de Blois, te acompaña el aire de espalda, no hay apenas rotondas y la carrera deja las carreteras estrechas para meterse por las generales, pues a volar. Y no ha sido muy incómodo. Cuando miras el cuentakilómetros y ves que avanzas y avanzas a 50, 60 por hora, te dices que, si no hay peligro, y no lo vimos en la etapa, una hora antes que llegas al hotel y una hora más de recuperación. El mayor esfuerzo es el de concentración, el de no distraerse en toda la e...

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CICLISMO: TourLa primera etapa Tour Tour, des ésas en las que se arranca de salida y no se para hasta al final. Y si, como camino de Blois, te acompaña el aire de espalda, no hay apenas rotondas y la carrera deja las carreteras estrechas para meterse por las generales, pues a volar. Y no ha sido muy incómodo. Cuando miras el cuentakilómetros y ves que avanzas y avanzas a 50, 60 por hora, te dices que, si no hay peligro, y no lo vimos en la etapa, una hora antes que llegas al hotel y una hora más de recuperación. El mayor esfuerzo es el de concentración, el de no distraerse en toda la etapa, porque a esa velocidad... Sin embargo, el esfuerzo físico no es muy superior al de una etapa más lenta, a no ser en las curvas cerradas, en las que hay que pedalear fuerte para reiniciar la marcha. Si no, con la inercia te mantienes, vas bien con los piñones más bajos, 13, 12 u 11. Así que un día cómodo.

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Ha habido un intento de escapada de una docena o así al que tuvieron que reaccionar con rapidez los equipos de los sprinters. A esas velocidades, les das un minuto de ventaja y les estás dando un kilómetro. Y a ver cómo quitas un kilómetro del medio yendo a 60. Así que más vale reaccionar cuanto antes, y como el Casino, el equipo del líder, Kirsipuu, no parecía muy fino, tuvieron que entrar los del Telekom, Française y Saeco. Cuando los cogieron, saltaron los dos que han hecho más camino, los dos valientes del día. Ante ellos, el pelotón ha reaccionado con más tranquilidad. Se les ha dejado tranquilos hasta que han llegado a la frontera que les separaba del éxito. Allí se han puesto a trabajar por detrás. No sé cómo lo consiguen los equipos de sprinters pero hacen un cálculo de matemática pura. Salvo muy rara ocasión, llegan a cinco kilómetros de la meta y son cogidos.

Y al final, Cipollini, que ya se puede ir de vacaciones con el deber cumplido. Venía con dudas al Tour pero ya ha ganado. Como dice él, ya tiene las playas de Niza esperándole.

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