Cartas al director

Kafkiano

El pasado 30 de mayo, un íntimo amigo mío circulaba en su vehículo por la nacional 620 en dirección a Valladolid, y en la parte de atrás del coche iba una de sus hijas descansando, recostando la cabeza en el espacio comprendido entre el respaldo del asiento trasero y la puerta, cuando un motorista de Tráfico, al ver esta postura de la niña, no se le ocurrió más que, haciendo signos con la mano, indicarle que se parara porque tenía que sancionarle; mi amigo, extrañado, le pregutó el porqué, a lo que el agente le contestó que "por no mantener al resto de pasajeros en posición adecuada". Es decir...

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El pasado 30 de mayo, un íntimo amigo mío circulaba en su vehículo por la nacional 620 en dirección a Valladolid, y en la parte de atrás del coche iba una de sus hijas descansando, recostando la cabeza en el espacio comprendido entre el respaldo del asiento trasero y la puerta, cuando un motorista de Tráfico, al ver esta postura de la niña, no se le ocurrió más que, haciendo signos con la mano, indicarle que se parara porque tenía que sancionarle; mi amigo, extrañado, le pregutó el porqué, a lo que el agente le contestó que "por no mantener al resto de pasajeros en posición adecuada". Es decir, que los pasajeros tienen terminantemente prohibido dormitar en el coche. A mí particularmente me parece deleznable y sobre todo kafkiano. Espero que al señor Muñoz Repiso no se le ocurra poner un nuevo artículo en el Código de la Circulación en el que prohíba, bajo retirada del permiso de circulación, que los pasajeros se duerman. ¿Qué le podrá pasar a un pobre profesional de un autobús de línea? Seguro que juicio sumarísimo y fusilamiento.-

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