Tres brechas en el "cinturón rojo"

A pesar de haber acabado con 20 años de control absoluto del PSOE e IU en la zona sur, los tres candidatos del PP que han ganado en el llamado cinturón rojo no se consideran héroes de su partido. Atribuyen su triunfo a una labor de oposición "seria y rigurosa" que los ciudadanos de Alcorcón (144.000 habitantes), Ciempozuelos (12.500) y Valdemoro (21.250) han sabido apreciar. Ahora aprovecharán el apoyo electoral para demostrar en cuatro años al resto del sur que los populares "pueden y saben gobernar" en esta zona. Los tres futuros alcaldes (Joaquín Vilumbrales, en Alcorcón; Fernando V...

A pesar de haber acabado con 20 años de control absoluto del PSOE e IU en la zona sur, los tres candidatos del PP que han ganado en el llamado cinturón rojo no se consideran héroes de su partido. Atribuyen su triunfo a una labor de oposición "seria y rigurosa" que los ciudadanos de Alcorcón (144.000 habitantes), Ciempozuelos (12.500) y Valdemoro (21.250) han sabido apreciar. Ahora aprovecharán el apoyo electoral para demostrar en cuatro años al resto del sur que los populares "pueden y saben gobernar" en esta zona. Los tres futuros alcaldes (Joaquín Vilumbrales, en Alcorcón; Fernando Vergara, en Ciempozuelos, y Francisco Granados, en Valdemoro) aseguran que el tirón del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, les ha beneficiado y les ha permitido sumar votos. De igual forma, el Gobierno de José María Aznar ha levantado "una ola favorable al PP en todos los niveles", aseguran. "Al trabajo municipal y los apoyos del Gobierno regional y nacional también hay que añadir unos gramos de suerte, porque en Móstoles también se ha trabajo muy duro y no se han conseguido los resultados de estos municipios", afirma el futuro regidor de Valdemoro, Francisco Granados.

Los ediles también están de acuerdo en que la bajada tan acusada de IU y la alta abstención registrada el pasado 13 de junio les ha perjudicado: "Los análisis que tenía el PP antes de las elecciones es que la caída de la coalición no iba a ser tan espectacular como al final ha resultado. Matemáticamente, eso ha beneficiado a nuestro contrincante, el PSOE", confirma el próximo alcalde de Alcorcón, Joaquín Vilumbrales, "por otra parte, tenemos que ser capaces de ilusionar para próximas elecciones al electorado y que vaya a votar. No se puede dar una abstención tan alta".

Ahora los tres futuros alcaldes están preparando su investidura y poniéndose al día en el traspaso de poderes. Aquí empiezan las diferencias. Mientras Joaquín Vilumbrales afirma que, por parte del PSOE e IU, no está habiendo más que buena disposición en Alcorcón, su homólogo valdemorano asevera que en su demarcación no ocurre lo mismo.

"La relación entre el equipo de gobierno y la oposición ha sido muy mala y no iba a cambiar a estas alturas. Espero que esto no continúe en los próximos días", afirma Francisco Granados.

El futuro regidor de Ciempozuelos, Fernando Vergara, señala que el traspaso se está haciendo de forma paulatina y sin traumas: "Primero hemos tenido reuniones sobre Deportes, Juventud y Cultura, y lo próximo será la alcaldía".

Sus primeras tareas al frente de los correspondientes ayuntamientos resultan claras para los tres. Encargarán, en el caso de Valdemoro y Ciempozuelos, una auditoría a una empresa externa al Ayuntamiento para saber el estado real de las cuentas municipales. Alcorcón, que no descarta esta posibilidad, solicitará primero un informe al interventor sobre la ejecución del presupuesto y la deuda real del consistorio.

"También pretendo reducir a un tercio las dietas que cobran los 25 concejales del Ayuntamiento. En lugar de las 100.000 pesetas mensuales por asistencia a pleno se quedarán con 33.333", señala Granados. Su homólogo alcorconero apunta, veloz, que, "de momento", prescindirán de cargos de confianza o de directores de servicio.

Otro aspecto donde coinciden los tres alcaldes populares es en acabar con aquellos vicios padecidos mientras han estado en la oposición. Piensan gobernar cerca del vecino y tener la puerta abierta. Dicen que acabarán con el derroche y el despilfarro con que sus antecesores "han dilapidado el tiempo y el dinero de todos los contribuyentes".

"El PSOE ha gobernado de espaldas al ciudadano y no ha sido capaz de informar a la oposición, por lo que no hemos podido ejercer el control que nos competía", comenta Vergara.

Utilizarán esta fórmula además para demostrar que la zona sur no es "patrimonio exclusivo" del PSOE o de su compañero de pactos IU. Las políticas sociales serán una de las bazas en las que hagan más hincapié en estos próximos cuatro años. "La izquierda siempre ha querido tenerlo como patrimonio suyo, pero la política regional y nacional ha demostrado que el PP también se preocupa y atiende estos temas", repite Vilumbrales.

"Sabemos que todos los ojos estarán puestos en nosotros, en especial en Alcorcón, pero también resulta una gran oportunidad para llegar a muchos habitantes y lograr el reequilibrio del sur. Tenemos cuatro años para que cale el mensaje y para que las próximas elecciones, en lugar de tres ayuntamientos, sean muchos más", manifiesta Francisco Granados.

Los tres furturos alcaldes se oponen a la denominación cinturón rojo. Creen que es una terminología antigua, con la que habría que terminar.

También aseguran que no esperan un trato de favor del Gobierno regional por ser del mismo partido. Dicen que en los cuatro años que ha estado Ruiz-Gallardón a su frente ha logrado demostrar "que no trabaja de forma arbitraria y que se mantiene al margen del color de los alcaldes", recuerda Vilumbrales.