El nuevo director de la BBC deja el laborismo y promete imparcialidad

La televisión pública británica se orienta cada vez más a lo comercial

Greg Dyke, nuevo director general de la BBC, aprovechó ayer su primera comparecencia pública para anunciar que había dejado de militar en el Partido Laborista, al que ha pertenecido durante dos decenios. A continuación, prometió preservar la "honestidad, veracidad e integridad de esta casa", que tiene el 40% de la audiencia británica y a la que su predecesor, John Birt, ha encarrilado hacia el terreno comercial.

William Hague, líder conservador y uno de sus mayores oponentes, prefirió ahorrarse los comentarios sobre su discurso y se ha limitado a pedir una cita con él. Quiere asegurarse...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Greg Dyke, nuevo director general de la BBC, aprovechó ayer su primera comparecencia pública para anunciar que había dejado de militar en el Partido Laborista, al que ha pertenecido durante dos decenios. A continuación, prometió preservar la "honestidad, veracidad e integridad de esta casa", que tiene el 40% de la audiencia británica y a la que su predecesor, John Birt, ha encarrilado hacia el terreno comercial.

William Hague, líder conservador y uno de sus mayores oponentes, prefirió ahorrarse los comentarios sobre su discurso y se ha limitado a pedir una cita con él. Quiere asegurarse de que la BBC mantendrá su imparcialidad con un director general que ha reconocido haber donado una suma equivalente a 14 millones de pesetas para las elecciones de 1997, en las que Tony Blair triunfó como nuevo rostro del laborismo. Ayer fue también el día de las loas, las críticas y las dudas. Las primeras corrieron a cargo de antiguos colegas de Dyke. Algunos, como Christopher Bland, actual presidente de la BBC, no han tenido reparo en decir de él que es el "hombre que necesitamos". El candidato elegido llega de las cadenas comerciales, "pero sabe bien que el espíritu de la BBC es distinto", aseguró.

Para John Birt, el director general saliente -que trabajará aún varios meses junto con el nuevo- el elegido no era su favorito. Él hubiera preferido a Tony Hall, director ejecutivo de BBC News. El nuevo director general es el primero que accede al máximo puesto ejecutivo de la casa sin haber trabajado antes en la BBC.

Las críticas más repetidas, dentro y fuera del mundo de los políticos conservadores, señalan que Dyke no tiene peso suficiente como para dirigir el mayor medio de comunicación de Reino Unido. Tiene amigos poderosos y conoce a fondo el medio televisivo, pero se dice de él que sus gustos son populistas y ha defendido en el pasado programas como Blind Date (Cita a ciegas), una especie de concurso sentimental cuyo premio es un viaje con la chica o el chico escogido sin verle antes.

Pero la mayor incertidumbre es cómo se enfrentará el nuevo director general a la era digital. John Birt ha utilizado hasta ahora fondos de BBC1 y BBC2 para financiar canales digitales como News 24 y BBC Choice. La inversión es de tal calibre que Dyke no podrá empezar de nuevo. Tendrá que decidir, por el contrario, si continúa invirtiendo dinero en servicios que carecen aún de una audiencia fiable.

Por lo demás, el cambio se produce en pleno progreso de las actividades comerciales de la BBC, que estima en 360 millones el número de personas a las que llega de un modo u otro -comprendido su servicio por Internet- fuera del Reino Unido. Este organismo público, que tiene prohibido ejercer actividades comerciales en Gran Bretaña, desarrolló fuertemente la venta de programas en el extranjero durante el año pasado y esa actividad comercial ha representado una facturación equivalente a algo más de 100.000 millones de pesetas. Tal suma completa los 2.180 millones de libras (545.000 millones de pesetas) proporcionados por la tasa con que los británicos sostienen su radio y televisión públicas.

Archivado En