Ensañamiento con IU

Sinceramente, no creo que la mejor manera de preparar las próximas elecciones por parte de la izquierda sea humillando y despreciando al adversario derrotado. Por más que coincida en que Izquierda Unida precisa un nuevo liderazgo, una nueva política y hasta una nueva refundación, el ensañamiento con que comentaristas y periodistas de ese medio, que se supone cercano a la izquierda, se están cebando con Julio Anguita e IU no es de recibo.

Es posible que Anguita peque de vanidad insaciable, como dice Javier Pradera en Juguetes rotos, pero con vanidad insaciable e infinita soberbia...

Sinceramente, no creo que la mejor manera de preparar las próximas elecciones por parte de la izquierda sea humillando y despreciando al adversario derrotado. Por más que coincida en que Izquierda Unida precisa un nuevo liderazgo, una nueva política y hasta una nueva refundación, el ensañamiento con que comentaristas y periodistas de ese medio, que se supone cercano a la izquierda, se están cebando con Julio Anguita e IU no es de recibo.

Es posible que Anguita peque de vanidad insaciable, como dice Javier Pradera en Juguetes rotos, pero con vanidad insaciable e infinita soberbia se gobernó en este país durante el periodo de mayoría absoluta socialista, y pinza más que evidente practicóse contra toda izquierda ajena a la casa común, con ayuda de los ahora abominables nacionalistas catalanes y vascos en la época de la mayoría simple.

Quizás también sea cierta la historia de la famosa cena con el actual presidente, ¿pero es que el antaño líder socialista no cenó nunca con Urralburu o San Cristóbal?, ¿no despachó jamás con Salanueva o Rubio? ¿Qué tipo de pinzas preparaba con Roldán?

No nos engañemos. Anguita no trajo a la derecha. A la derecha la trajeron los cientos de oportunistas y advenedizos que treparon los años de mayoría absoluta, de falta de autocrítica, de vanidad insaciable, de desideologización.-