El aspirante al trono de Francia muere con 90 años
El pretendiente al trono de Francia, el conde de París, Enrique de Orleans, murió ayer a los 90 años de edad en su domicilio de Dreux (Normandía), mientras se celebraba la boda de su nieto Eudes, según informó su hijo Enrique. El hijo del fallecido, que sucede a su padre como aspirante a la corona de Francia, señaló que su familia sentía un "profundo dolor" y destacó que su padre "era un ser excepcional", a pesar de las diferencias que ambos mantenían. La ceremonia civil que debía unir a Eudes con Marie Liesse de Rohan-Chabot, a la que asistían unos 200 invitados, se celebró en la capilla rea...
El pretendiente al trono de Francia, el conde de París, Enrique de Orleans, murió ayer a los 90 años de edad en su domicilio de Dreux (Normandía), mientras se celebraba la boda de su nieto Eudes, según informó su hijo Enrique. El hijo del fallecido, que sucede a su padre como aspirante a la corona de Francia, señaló que su familia sentía un "profundo dolor" y destacó que su padre "era un ser excepcional", a pesar de las diferencias que ambos mantenían. La ceremonia civil que debía unir a Eudes con Marie Liesse de Rohan-Chabot, a la que asistían unos 200 invitados, se celebró en la capilla real de San Luis de Dreux, feudo de la familia de los Orleans. La ceremonia religiosa estaba prevista para el próximo 10 de julio y a ella se esperaba que acudieran más de un millar de invitados, entre los que estaban algunos príncipes herederos y miembros de la nobleza europea.
Los rumores sobre el estado del conde de París se dispararon cuando su mujer apareció sola en la ceremonia y fuentes de la familia confirmaron entonces que Enrique de Orleans estaba en una situación delicada desde el viernes.
Nacido el 5 de julio de 1908, Enrique de Orleans ostentaba el cargo de heredero de los derechos del trono de Francia desde 1940, al ser descendiente de Luis Felipe, que reinó en Francia desde 1830 -tras la expulsión de los Borbones- hasta la revolución de 1848. Era hijo del duque Juan de Guise y de la princesa Isabel de Orleans y tuvo que exiliarse de Francia entre 1926 y 1950, conforme a una ley que prohibía la presencia en el país de los jefes de las dinastías que hubieran reinado en Francia, derogada en esa última fecha.