Maragall dice que está "a punto" si Pujol adelanta las elecciones

VIENE DE LA PÁGINA 1 Pasqual Maragall valoró ayer el descenso electoral de Convergència i Unió (CiU) como un fruto inevitable de la orientación tomada por los nacionalistas en los últimos años. "Se han equivocado con la radicalización", afirmó. Y luego, además de caer en este error, añadió,: "Han desorientado a su electorado con la oscilación". Como ejemplo se refirió a los cambios en las ofertas de alianza para el Ayuntamiento de Barcelona -un día a ERC y otro al Partido Popular- formulados durante la campaña electoral. "Esto les ha desdibujado", dijo, "pero no tiene ya remedio: seguirán de...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 Pasqual Maragall valoró ayer el descenso electoral de Convergència i Unió (CiU) como un fruto inevitable de la orientación tomada por los nacionalistas en los últimos años. "Se han equivocado con la radicalización", afirmó. Y luego, además de caer en este error, añadió,: "Han desorientado a su electorado con la oscilación". Como ejemplo se refirió a los cambios en las ofertas de alianza para el Ayuntamiento de Barcelona -un día a ERC y otro al Partido Popular- formulados durante la campaña electoral. "Esto les ha desdibujado", dijo, "pero no tiene ya remedio: seguirán desdibujados". Maragall expresaba así en público una convicción que ayer explicaban también numerosos dirigentes socialistas. Creen que CiU y Pujol se hallan presos de una contradicción prácticamente insalvable entre la pulsión nacionalista que anima a una parte de sus cuadros políticos, por un lado, y los pactos con el PP, por otro. Si CiU cede a su pasión nacionalista, perderá apoyo de los electores moderados; si prescinde de ella, lo perderá a favor de ERC. Lo peor para ellos es, afirmó Maragall, que "hagan lo que hagan, nadie les creerá". La bonanza y el cambio El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat aseguró que él y su partido están "a punto" para presentarse a las elecciones autonómicas mañana mismo, "si Pujol decide disolver el Parlament" y convocar a las urnas. Pero, agregó que su impresión particular es que ahora Pujol "alargaría la legislatura hasta marzo del año 2000, si pudiera". La previsión de Pujol es convocar en octubre o noviembre. Maragall se mostró absolutamente convencido de que, en las próximas elecciones autonómicas, aflorará una voluntad de cambio político que, según él, anida ya en la sociedad catalana. Desechó decidido la explicación dada por Pujol al descenso experimentado por CiU el domingo, tanto en las elecciones municipales como en las europeas. Pujol sostuvo que los electores premiaron la estabilidad de los gobiernos locales como expresión general de la buena marcha del país. Sería, por lo tanto, un fruto paradójico de la propia gestión de CiU. Maragall replicó a esta idea con un "pobre hombre, ha de hacer lo que pueda para dar una interpretación favorable". Pero luego añadió que, "cuando hay bonanza, es cuando la gente se atreve a cambiar. La gente arriesga cuando hay bonanza, no cuando hay una situación de crisis.Que se preparen...".

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