"La flauta" de Comediants
El Liceo cierra esta noche la última temporada de su exilio de cinco años fuera del coliseo de La Rambla con el estreno de una nueva producción de La flauta mágica, de Mozart. No es ésta una Flauta mágica cualquiera porque no sólo cierra una etapa del Liceo fuera de su propia sede natural por causas de fuerza mayor, sino que supone a la vez el debut en el mundo de la dirección escénica de óperas del grupo teatral Comediants. Un debut que ha despertado tal expectación que desde hace meses es misión imposible encontrar una entrada para alguna de las 10 funciones programadas en el teatro Victori...
El Liceo cierra esta noche la última temporada de su exilio de cinco años fuera del coliseo de La Rambla con el estreno de una nueva producción de La flauta mágica, de Mozart. No es ésta una Flauta mágica cualquiera porque no sólo cierra una etapa del Liceo fuera de su propia sede natural por causas de fuerza mayor, sino que supone a la vez el debut en el mundo de la dirección escénica de óperas del grupo teatral Comediants. Un debut que ha despertado tal expectación que desde hace meses es misión imposible encontrar una entrada para alguna de las 10 funciones programadas en el teatro Victoria, desde hoy y hasta el próximo 22 de junio, de esta ópera con tan poca tradición liceísta -sólo 27 funciones de La flauta mágica en los 150 años de historia del teatro-. La crítica especializada de media Europa ya se ha acreditado para juzgar el espectáculo. Joan Font, director de Comediants, tuvo muy claro desde el principio cómo abordar desde el punto de vista escénico la genial ópera de Mozart. "La flauta es un cuento y nosotros hacemos una lectura de la obra como la fábula que es", explica Font, que ha optado por elegir a Papageno, el primario cazador de pájaros que acompaña al príncipe Tamino en su viaje físico y espiritual en busca de la felicidad, como protagonista de la obra y abordar el cuento desde su óptica. Fieles a su estética, Comediants se han propuesto llenar de luz, magia y color la ópera de Mozart. Para ello han contado con la colaboración del escenógrafo y dibujante Joan Guillén.