La Generalitat y El Prat rechazan el plan de cuatro pistas para el aeropuerto

El Gobierno catalán y el Ayuntamiento de El Prat rechazaron ayer la propuesta de la Cámara de Comercio de ampliar el aeropuerto de El Prat hasta las cuatro pistas, dos de ellas en terrenos ganados al mar, lo que permitiría una capacidad de 100 millones de pasajeros al año. Las administraciones calificaron el plan como "no viable". Para el Ejecutivo es innecesario un aeropuerto de estas dimensiones porque las expectativas de crecimiento máximo son de 70 millones de pasajeros.

El alcalde de El Prat, Lluís Tejedor (IC-V), fue más duro: calificó el proyecto de "megalómano" y aseguró que la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Gobierno catalán y el Ayuntamiento de El Prat rechazaron ayer la propuesta de la Cámara de Comercio de ampliar el aeropuerto de El Prat hasta las cuatro pistas, dos de ellas en terrenos ganados al mar, lo que permitiría una capacidad de 100 millones de pasajeros al año. Las administraciones calificaron el plan como "no viable". Para el Ejecutivo es innecesario un aeropuerto de estas dimensiones porque las expectativas de crecimiento máximo son de 70 millones de pasajeros.

El alcalde de El Prat, Lluís Tejedor (IC-V), fue más duro: calificó el proyecto de "megalómano" y aseguró que la sensibilidad de la cámara "conecta con el desarrollismo predemocrático puro y duro". Tejedor no ahorró críticas a los planes de la cámara para el aeropuerto. "Propuesta de estudiantes de primero de carrera", "menosprecio al territorio y a las personas que viven en él, que demuestran una ignorancia total" y "error grave que afecta a la credibilidad de la cámara" fueron algunas de las opiniones que formuló al respecto. El alcalde de El Prat también acusó al organismo que preside Antoni Negre de injerencia en la campaña electoral. Varias son las razones por las que en el Ayuntamiento de El Prat se han llevado las manos a la cabeza al conocer la alternativa a la ampliación del aeropuerto promovida por la cámara. Por un lado, el proyecto, de llevarse a cabo, implicaría la reconversión de tres kilómetros de frente costero en espacio aeroportuario, que lo haría inutilizable para el uso público, precisamente cuando una de las contrapartidas conseguidas por el Ayuntamiento es la regeneración de las playas del municipio y la creación de un parque litoral. El territorio ahora libre situado por debajo del núcleo urbano de El Prat quedaría totalmente afectado por las servidumbres aeronáuticas y troceado por los accesos a las nuevas terminales. La propuesta de la Cámara de Comercio, según el Ayuntamiento de El Prat, supondría la desaparición del sistema de zonas húmedas, que quedarían reducidas a simples canales de drenaje. Con todo, Tejedor se mostró absolutamente convencido de que esta última propuesta sobre el futuro del aeropuerto puesta encima de la mesa no tiene posibilidad alguna de prosperar. El alcalde de El Prat señaló que el acuerdo político y técnico asumido por el Gobierno catalán, el Ministerio de Fomento y los ayuntamientos de Barcelona y El Prat, que dibuja una tercera pista a 1.350 metros de distancia de la actual principal, tiene plena vigencia. Precisamente, la Administración autonómica ha iniciado ya los trámites urbanísticos para la ampliación del aeropuerto. El Ejecutivo catalán también ha rechazado la propuesta de la Cámara de Comercio, aunque de una manera menos dura. El Departamento de Política Territorial emitió un comunicado en el que dice que la propuesta "no es novedosa ni viable", puesto que un estudio idéntico ya fue desestimado por las administraciones implicadas en la ampliación del aeródromo barcelonés. En opinión del departamento que encabeza Pere Macias, la alternativa formulada por la cámara "no tiene para nada en cuenta ni el territorio ni las decisiones del Parlament en la preservación de los espacios naturales". Política Territorial defiende en su nota un esquema de red con los aeropuertos interconectados y asegura que con ello se posibilita una capacidad de 70 millones de pasajeros, que "supera cualquier expectativa de crecimiento de la aviación" si se tiene en cuenta la población de Cataluña y el número de turistas que la visitan. La polémica propuesta (véase la edición de EL PAÍS del 6 de junio) prevé un aeropuerto con cuatro pistas paralelas, dos de ellas sobre el mar, que permitirían alcanzar los 100 millones de pasajeros al año. En una primera fase propone construir una pista a 400 metros de la actual pista principal. Las otras dos situadas sobre terrenos ganados al Mediterráneo quedarían para una segunda fase. Esta disposición de las pistas permitiría los vuelos nocturnos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En