Bédar, un pueblo bilingüe con 70 foráneos con derecho a voto

Bédar (550 habitantes) es un pueblo blanco y coquetón del Levante de Almería que presume de brindar tranquilidad y calidad de vida a todos sus vecinos. Encaramado en un pequeño monte, desde donde se divisa con claridad el azulón del mar que baña al vecino municipio de Mojácar, este pueblo se ha convertido en refugio privilegiado de artistas y extranjeros. En Bédar han encontrado su lugar más de 300 personas que un día abandonaron sus países de origen para establecerse en un pequeño municipio perdido en el sureste español. La colonia de ciudadanos extranjeros -en su mayoría ingleses, alemanes y...

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Bédar (550 habitantes) es un pueblo blanco y coquetón del Levante de Almería que presume de brindar tranquilidad y calidad de vida a todos sus vecinos. Encaramado en un pequeño monte, desde donde se divisa con claridad el azulón del mar que baña al vecino municipio de Mojácar, este pueblo se ha convertido en refugio privilegiado de artistas y extranjeros. En Bédar han encontrado su lugar más de 300 personas que un día abandonaron sus países de origen para establecerse en un pequeño municipio perdido en el sureste español. La colonia de ciudadanos extranjeros -en su mayoría ingleses, alemanes y holandeses- es tan importante que el alcalde de Bédar, el socialista Miguel Barón Mañas, decidió hace unos meses incluir en la lista electoral con la que pretende sumar su quinta legislatura a alguien que representase los intereses de este colectivo. Transmitió su propuesta a los ciudadanos europeos que viven en Bédar y ellos se encargaron de mantener una serie de reuniones de las que salió un nombre: María Dolores Castro Benavides. Esta mujer llevaba muchos años en Madrid cuando recaló en Bédar, donde vive con su compañero, un pintor galés. Ahora deberá transmitir y defender en el Ayuntamiento de Bédar las inquietudes e intereses que afecten a los ciudadanos extranjeros, que ya han logrado convertirse en una parte más del alma del pueblo. Castro habla con desenvoltura castellano e inglés lo que, en principio, se presenta como todo un puente de unión entre nativos y extranjeros. Eso, y su fluida relación con los ciudadanos europeos que residen en el pueblo, la convirtieron en la candidata ideal para responder a la propuesta lanzada por el alcalde.Más de 70 ciudadanos europeos votarán en Bédar en las próximas municipales. El alcalde ha querido, además, darles la oportunidad de contar con una representante escogida por ellos mismos. Ellos mismos, por ejemplo, son Ian y Christine Brooks, de 58 y 49 años, respectivamente, que llegaron a Bédar después de pasar tres años en Nerja (Málaga). "Esto es más tranquilo, porque es menos turístico. La gente es muy abierta y hablais mucho"", argumentan para explicar por qué, después de dos años, siguen apostando por Bédar. Mary van Renen también lleva unos tres años en Bédar, donde aterrizó procedente de Suráfrica. En este tiempo ha montado una pequeña pensión que siempre está abierta para los visitantes que llegan al pueblo.

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