Reportaje:TORTUGA BOBA

La gran sorpresa

Cualquier travesía por el Estrecho de Gibraltar resulta interesante, aunque los mareos hagan acto de presencia, para observar a la multitud de animales que se desplazan en migración hacia el mar Mediterráneo o que salen al Atlántico para probar su grandiosidad. Cualquier sorpresa puede asaltar al observador, pero si nos cruzamos con una tortuga boba, costará trabajo recuperar la normalidad. Su tamaño de adulto puede llegar a alcanzar los 120 centímetros, aunque no sea la más grande de las que pueden encontrarse en nuestras costas. Lamentablemente nos enteramos de su presencia porque han sido ...

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Cualquier travesía por el Estrecho de Gibraltar resulta interesante, aunque los mareos hagan acto de presencia, para observar a la multitud de animales que se desplazan en migración hacia el mar Mediterráneo o que salen al Atlántico para probar su grandiosidad. Cualquier sorpresa puede asaltar al observador, pero si nos cruzamos con una tortuga boba, costará trabajo recuperar la normalidad. Su tamaño de adulto puede llegar a alcanzar los 120 centímetros, aunque no sea la más grande de las que pueden encontrarse en nuestras costas. Lamentablemente nos enteramos de su presencia porque han sido atrapadas involuntariamente en un arte de pesca, sobre todo el palangre. Su posible abundancia en otras épocas y la probable cría hace ya muchos años en las Baleares y Canarias, recuerdan que cada vez son menos los sitios donde puede enterrar su puesta con algo de garantías. Muchas han pasado una época de letargo apreciable en el fondo realizando una minimización de demanda de oxígeno tan considerable que no precisa subir a la superficie en mucho tiempo. Una adaptación muy singular para un visitante de las costas muy curioso. Si las ves disfruta de sus formas y no interrumpas su camino.

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