Reportaje:

Pueblos con iniciativa

Tener iniciativa puede ser clave para el desarrollo de los pueblos. Echarle imaginación para conseguir más promoción exterior o para facilitar la vida de los ciudadanos dan un toque singular a algunas localidades andaluzas. Un ejemplo de lo que se pueden denominar pueblos pioneros son tres municipios almerienses, que, cada uno con su estilo, han logrado tener un toque especial. Vera, con su playa naturista; Oria, que fue el primer pueblo de España que instaló la ventanilla única; y Ohanes, primer municipio ecológico, constituyen tres casos claros de ese dinamismo. El 10 de abril de 1996 algo ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tener iniciativa puede ser clave para el desarrollo de los pueblos. Echarle imaginación para conseguir más promoción exterior o para facilitar la vida de los ciudadanos dan un toque singular a algunas localidades andaluzas. Un ejemplo de lo que se pueden denominar pueblos pioneros son tres municipios almerienses, que, cada uno con su estilo, han logrado tener un toque especial. Vera, con su playa naturista; Oria, que fue el primer pueblo de España que instaló la ventanilla única; y Ohanes, primer municipio ecológico, constituyen tres casos claros de ese dinamismo. El 10 de abril de 1996 algo cambió en Oria, un pueblo al norte de Almería de apenas 2.000 habitantes que, desde ese día, contaron con una existencia más cómoda: comenzaba a funcionar aquello de la ventanilla única. Desde aquel momento, los 30 kilómetros de distancia que lo separan del municipio más cercano, Albox, dejaron de ser un suplicio previo a cualquier petición burocrática. Los orialenses ya no tenían que moverse del lugar para resolver cualquier lío de papeles. "Para cualquier solicitud que tengan que presentar se ahorran el desplazamiento bien a Almería o a cualquier otro pueblo", explica el alcalde, el socialista Bartolomé Sánchez, que hace satisfactorio balance del logro "más importante" de su mandato. Cuestiones relacionadas con la agricultura, el Inem, pensiones de la Seguridad Social, declaraciones de la renta, información sobre becas y cualquier otro aspecto administrativo se resuelven, desde hace tres años, por un mismo funcionario del Ayuntamiento. Desde su puesta en marcha los expedientes administrativos se triplicaron en el Consistorio que, a pesar de todo, cuenta con una plantilla de servicios mínimos. "El primer año nos ralentizaba más el hecho de que otros ayuntamientos de otras comunidades nos llamaran preguntando qué había que hacer para conseguir la ventanilla única", comenta el primer edil. Lo que surgió como el deseo de atajar los mareos del ciudadano es, hoy por hoy, una oficina de atención al cliente en la que se orienta al usuario hasta colmar sus demandas. Congresos en Salamanca, Barcelona o Pamplona en los que se demandaba la asistencia del alcalde y secretario del Ayuntamiento del pueblo almeriense para contar su experiencia pionera han colocado al municipio como ejemplo estatal de eficiencia pública. Un caso diferente es del Ohanes, uno de los pueblos más escondidos de la Alpujarra almeriense. Pero su localización geográfica, acompañada de una incuestionable belleza natural, lejos de relegar a sus 811 vecinos a un presente anodino y a un futuro más gris aún, ha servido de punto de partida para lograr toda una gesta: Ohanes, se ha convertido en el primer Pueblo Ecológico de Europa. El consejero de Medio Ambiente, José Luis Blanco, se encargó, no hace aún un mes, de conceder oficialmente al alcalde de Ohanes- el socialista Pedro García Ferre- el certificado de Pueblo Ecológico al que, previamente, habían dado el visto bueno los técnicos de la empresa Aenor. La propuesta partió del programa Leader-Alpujarra, encargado de impulsar el potencial de la comarca. Los vecinos de Ohanes, capitaneados por su alcalde, no dudaron en aceptar el reto y comenzaron a trabajar para alcanzar finalmente un resultado que ha catapultado a este pequeño municipio a la categoría de pionero. Durante más de un año todos arrimaron el hombro. Mientras los vecinos se afanaban en embellecer las fachadas de sus casas y mantener limpio el pueblo, otras personas -en especial Cristóbal Moreno García, teniente alcalde y María Francisca Bueno Sánchez, responsable del apartado medioambiental del proyecto- trataban de resolver el enjambre de detalles con el que había que cumplir para obtener el certificado de Pueblo Ecológico. Sellar vertederos, solucionar el tema de las basuras, ofrecer una salida al problema de las aguas residuales, controlar las nuevas construcciones para que no contaminar la imagen característica del pueblo, potenciar la agricultura ecológica... Un amplio abanico de exigencias que salieron adelante gracias al empeño de los vecinos y al asesoramiento externo ofrecido por todos los implicados en el proyecto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En