Las urgencias por abuso de cocaína superan en un 6% a las de la heroína

Los servicios de urgencia de los hospitales madrileños atienden cada vez más casos relacionados con el consumo de cocaína que de heroína, según la memoria de 1998 de la Agencia Antidroga de la Comunidad, presentada ayer. De las emergencias por drogadicción tratadas el año pasado, el 47,4% se debía al abuso de cocaína, y el 40,9%, al de heroína. Sin embargo, en 1996, el porcentaje de casos por consumo de cocaína suponía un 38,6, frente a un 68,6 de la heroína.El año pasado se produjeron en la región 170 muertes por reacción aguda al consumo de opiáceos o cocaína (sobredosis), según datos del In...

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Los servicios de urgencia de los hospitales madrileños atienden cada vez más casos relacionados con el consumo de cocaína que de heroína, según la memoria de 1998 de la Agencia Antidroga de la Comunidad, presentada ayer. De las emergencias por drogadicción tratadas el año pasado, el 47,4% se debía al abuso de cocaína, y el 40,9%, al de heroína. Sin embargo, en 1996, el porcentaje de casos por consumo de cocaína suponía un 38,6, frente a un 68,6 de la heroína.El año pasado se produjeron en la región 170 muertes por reacción aguda al consumo de opiáceos o cocaína (sobredosis), según datos del Instituto Anatómico Forense de Madrid y el Instituto Nacional de Toxicología. En 1997, el Anatómico Forense registró 141 fallecimientos, pero entonces la Comunidad desconocía los óbitos recogidos por Toxicología, por lo que no se pueden comparar los datos de un año y otro.

Un 13,5% de los fallecidos por sobredosis tenía menos de 25 años y el 85% eran hombres. Más de la mitad de las muertes se produjeron en el domicilio, y un 16%, en la calle.

En 1998 fueron 12.165 los pacientes atendidos por los centros de drogodependientes del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, lo que supone un aumento del 18% respecto al año anterior.

El perfil medio del usuario de estos servicios es el de un hombre soltero, sin hijos, con una edad media de unos 28 años, un nivel socioeconómico medio bajo y que vive con la familia (un 55%). La mayoría comenzó a consumir heroína a los 19 años, y ha seguido tomándola combinada con alcohol, cocaína y hachís.

La existencia de un sector de drogodependientes con muchos años de adicción y repetidos fracasos en los tratamientos de desintoxicación ha llevado a las instituciones a incrementar los programas denominados de reducción del daño. En ellos no se busca un abandono inmediato del consumo, sino una mejora en la calidad de vida del adicto. 6.000 plazas de metadona Dentro de estos programas de reducción del daño se encuentran los de dispensación de metadona. En 1993, sólo 80 drogodependientes recibían, bajo control médico, este sustitutivo opiáceo de laboratorio. Ahora son 6.000. El director de la agencia, José Cabrera, considera que los programas de metadona han conseguido reducir el abandono de los tratamientos por parte de los drogodependientes. "El índice de retención en la red es del 95%, lo que quiere decir que los toxicómanos sólo dejan los programas por alta terapéutica o fallecimiento, algo insólito en la Unión Europea", asegura. Según Cabrera, esos programas de reducción del daño pueden ser una de las claves para explicar la disminución en un 30% del número de delitos relacionados con el consumo de drogas en Madrid. "Nunca el nivel de alarma social por esta razón estuvo tan bajo", concluye, según informa Efe.

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