MANUEL VICENT ESCRITOR

"Andalucía tiene demasiada personalidad"

Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) tiene el horizonte del mar en la retina. El Mediterráneo, en el que creció y que siempre le acompaña, es el protagonista de Son de mar, la novela con la que ha obtenido el Premio Alfaguara 1999. El escritor y periodista, quien ya había recibido el mismo galardón en 1966 con Pascua y naranjas, llegará al gran mercado latinoamericano con esta historia de amor y naufragios de la que habló ayer en Sevilla. Pregunta. ¿No le da cierto escalofrío pensar que tiene 400 millones de potenciales lectores? Respuesta. El hablar es como respirar. El idioma, la le...

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Manuel Vicent (Villavieja, Castellón, 1936) tiene el horizonte del mar en la retina. El Mediterráneo, en el que creció y que siempre le acompaña, es el protagonista de Son de mar, la novela con la que ha obtenido el Premio Alfaguara 1999. El escritor y periodista, quien ya había recibido el mismo galardón en 1966 con Pascua y naranjas, llegará al gran mercado latinoamericano con esta historia de amor y naufragios de la que habló ayer en Sevilla. Pregunta. ¿No le da cierto escalofrío pensar que tiene 400 millones de potenciales lectores? Respuesta. El hablar es como respirar. El idioma, la lengua, forma un océano y no explorarlo sería una equivocación. P. ¿Por qué una historia de amor precisamente ahora que se habla más de desencanto? R. No es una historia de amor normal. El amor es un sentimiento muy proteico que da para todo. Incluso cuando se escribe una novela de terror, ciencia ficción o negra, todo es amor. P. ¿El mar del que habla en su novela puede ser cualquiera? R. Si, es aplicable a cualquier mar porque es un mar interior, puede ser el Mediterráneo en Valencia o en Andalucía. P. ¿Es un tópico eso de que la gente de la costa es más abierta? R. Es más fácil llegar de Roma a la Bética que a cualquier sierra de las que hay por aquí, con toda su impedimenta. Eso ha hecho a la gente de la montaña más agresiva y desconfiada. Se mosquean enseguida y eso puede convertirse en algo genético. P. Usted relaciona mar con individualidad... R. El navegante tiene que estar siempre despierto y ese esfuerzo hace que el individuo se desarrolle al límite. El mar es el principio de la individualidad y lo terrestre hace que se desarrolle más el alma difusa de las personas. P. Usted habla del Mediterráneo. ¿Aparece Andalucía por alguna parte en su novela? R. No. Andalucía tiene demasiada personalidad y se hubiera apoderado de toda la novela. Cuando pones un personaje andaluz en una historia es como cuando pones una gamba en la paella, ya todo sabe a gamba. P. ¿Se desentiende usted de sus libros una vez que los ha escrito? R. Antes escribías un libro, lo entregabas al editor y ahí terminaba tu parte. Ahora la maquinaria ha cambiado, se publica muchísimo y hay que hacer un esfuerzo por estar en la mesa de novedades. Hoy el proceso creativo no es nada sino va acompañado de otro proceso de promoción en el que el escritor debe participar como parte de la tarea de creación. P. ¿Qué le da más satisfacciones publicar en los periódicos o los libros? R. El escribir un artículo, que se lea y sentir la respuesta inmediata del lector. Un artículo que se olvide al día siguiente y eso te fuerce a seguir escribiendo eso está más unido al latido de la vida. Un libro da prestigio, si es bueno y de tapa dura, todavía más, pero lo importante es escribir sin que importe el soporte sobre el que se hace. P. ¿Por qué dice usted que el periodismo es la literatura del siglo XX? R. Los medios de comunicación están llenos de ficción. El hecho de que haya tanta información a la vez ya no es real, es el máximo objeto de la imaginación. Hay más aventuras en un telediario que en toda la literatura de Balzac.

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