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LUCAS Y EL RANERO

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Guillermo García, de 53 años, es el "ranero mayor" de las charcas de Santibáñez de Vidriales (Zamora) desde los nueve años, y desde entonces dice que le persiguen "los del antiguo tricornio" para evitar que desaparezca de la zona este batracio cantante y saltarín. Las multas se le acumulan, incluso ha estado en la cárcel, pero Guillermo afirma con voz inocente que no sabe hacer otra cosa para ganarse la vida que pescar ranas. Y a razón de lo que pesca debe ganársela bien: "Un billete verde la docena". El pasado lunes le cogió la Guardia Civil con 72 ranas, y, claro está, le "empapeló" de nuevo...

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Guillermo García, de 53 años, es el "ranero mayor" de las charcas de Santibáñez de Vidriales (Zamora) desde los nueve años, y desde entonces dice que le persiguen "los del antiguo tricornio" para evitar que desaparezca de la zona este batracio cantante y saltarín. Las multas se le acumulan, incluso ha estado en la cárcel, pero Guillermo afirma con voz inocente que no sabe hacer otra cosa para ganarse la vida que pescar ranas. Y a razón de lo que pesca debe ganársela bien: "Un billete verde la docena". El pasado lunes le cogió la Guardia Civil con 72 ranas, y, claro está, le "empapeló" de nuevo. Con este sainete le fue a Juan José Lucas, presidente de la Junta de Castilla y León, mientras inauguraba una residencia de ancianos en el Seminario Mayor de Valderas (León), acompañado por el cardenal Antonio María Javierre, el obispo de León y decenas de sacerdotes de la diócesis. ¡Tanto bonete!, y el ranero no encontró mejor confesor que Lucas, y en su hombro rompió a llorar como un niño maltratado pidiendo con voz entrecortada que le quitara las multas. Lucas escuchó pacientemente, y sólo le faltó darle la bendición. El ranero marchó en paz, con la promesa de que "todo se arreglaría".- ,

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