La llamada del desierto

Alrededor de 3.000 refugiados de los campamentos saharauis situados al sur de Argelia serán acogidos por familias andaluzas en los próximos meses para pasar el verano. Se trata de niños y niñas que, junto a sus parientes, viven en un compás de espera desde hace 24 años, cuando España cedió esta franja de terreno a Marruecos con Franco moribundo. Seres humanos de carne y hueso que aguardan el momento para ocupar su tierra: el Sáhara. Las saharauis forman un pueblo tranquilo y sereno que reclama al Gobierno marroquí la celebración de un referéndum para poder votar su independencia. "Su vida se ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Alrededor de 3.000 refugiados de los campamentos saharauis situados al sur de Argelia serán acogidos por familias andaluzas en los próximos meses para pasar el verano. Se trata de niños y niñas que, junto a sus parientes, viven en un compás de espera desde hace 24 años, cuando España cedió esta franja de terreno a Marruecos con Franco moribundo. Seres humanos de carne y hueso que aguardan el momento para ocupar su tierra: el Sáhara. Las saharauis forman un pueblo tranquilo y sereno que reclama al Gobierno marroquí la celebración de un referéndum para poder votar su independencia. "Su vida se basa en la solidaridad que reciben porque allí todo es precario: no hay agua corriente, ni luz, los hospitales carecen de lo más básico para atender a los enfermos y no existen carreteras", explica Juan Carlos Narváez, director de Radio Huelva de la Cadena SER. "Sólo disponen de unas pocas líneas telefónicas, cuando no están cortadas, para comunicarse con el exterior. Tampoco llega el correo y viajar a los campamentos es toda una aventura para estos habitantes del desierto", añade Miguel Doña, responsable de programación de la misma emisora. Ambos se embarcaron, a finales del pasado mes de marzo, en un viaje hacia este territorio abandonado junto a otras 153 personas que, cargadas de ilusión, aguardaban el instante del reencuentro con los pequeños saharauis a los que habían acogido en sus casas dos años antes. Los periodistas recogieron imágenes, sensaciones y, sobre todo, sonidos profundos y contundentes de una sociedad prestada a Argelia. Provincias abandonadas El territorio ocupado en Argelia por los saharauis se divide en cuatro wilayas, a las que han puesto nombres de las provincias abandonadas en el Sáhara: Aiaun, Auserd, Smara y Dajla, la más lejana. Durante el viaje hasta el poblado de Angala, Narváez y Doña observan a grupos de saharauis apostados en el camino "con sus vestimentas multicolores que nos suplican que les llevemos". A los dos les impresionan las miradas: "Los niños nos observan con ojos fijos y acarician suavemente nuestras pieles. Aparecen por todas partes para preguntarnos sobre nuestra procedencia y se nos estremece el corazón por su aspecto físico", afirma Miguel Doña. Y es que en los campos saharauis la situación sanitaria es también muy precaria: "Los médicos ejercen como confesores de los pacientes ante la imposibilidad de atender a sus enfermedades por falta de medios". Son, en definitiva, algunas reflexiones de un viaje real a una tierra real que depende de la ayuda exterior: "Para ellos un caramelo o una botella de agua son joyas", según los periodistas, que aseguran haber vivido "una experiencia demoledora". Los mismos pequeños, cuya vida describen Narváez y Doña, vivirán un verano andaluz cargado de agua, helados, playas, juguetes y comida. Toda una utopía estival que se desvanecerá ante la realidad de un crudo invierno.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En